N A V I D A D
Parodiando a San Pablo: “Me amó y se Encarnó por mi” (Gal. 2-20) |
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Hace XXI siglos que, a unos pastores que velaban por la noche sus rebaños, se
les presentó un ángel del Señor y les dirigió este mensaje:“Os anunció la buena noticia, la gran alegría
para todo el pueblo: hoy, en
- Aquella
noche, venturosa para la humanidad, se cumplieron las promesas del Señor profetizadas
en las palabras del Salmo 96:
“Hoy
ha brillado una luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor. Ha amanecido
la luz y la alegría, para los rectos de corazón”. (Salmo 96)
Palabras estas que, profetizadas cinco
siglos antes, parecen escritas aquella
misma noche, por su parecido con las palabras del Ángel del Señor que refiere San Lucas.
- Si desde nuestra fe cristiana, somos consecuentes de la
trascendencia de este irrepetible acontecimiento y, nos creemos de verdad, lo
que significa: Que, el Dios de cielo y tierra, el Creador y Dueño del
universo, por amor a nosotros y para devolvernos la vida de hijos de Dios, se
haya querido encerrar en la pequeñez de un niño inerme..... Si nos lo creemos de verdad, ¡no se nos ocurriría (como ocurre en
ocasiones), vaciar el profundo sentido religioso de
- Ese…, ¡FELIZ
NAVIDAD! que, en estos días, se convierte en un
rutinario saludo familiar, para nosotros los cristianos debe estar siempre lleno
de profundo contenido evocando que, la verdadera razón de esa Felicidad que nos
deseamos es, la que, tan oportunamente, expresó San Pablo en su Carta a Tito: “que el
amor de Dios se ha derramado copiosamente sobre nosotros por medio de
Jesucristo, nuestro Salvador” (.Tito,
3-6)
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Recuerdo,
cuando llegan estos días, las certeras reflexiones que, en unas
Navidades, nos hacía Don Antonio Montero,
(nuestro recordado Arzobispo) en un artículo, al que daba el sugerente título: Navidades
y vanidades. Hacía él referencia a
todas esas inapropiadas formas de celebrar
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Yo quiero compartir hoy con vosotros la verdadera alegría que dimana de esa gesta
divina que es el Nacimiento del Hijo de Dios que nos ha traído tantos inefables
dones a través de los cuales Dios, “nos
ha podido meter por los ojos” (por decirlo castizamente) su infinito
amor por nosotros.
- Que
no olvidemos que…, de quien celebramos el cumpleaños es ¡de Jesús!
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Desde esta perspectiva cristiana, a todos: ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!! Guillermo Soto