FIESTA
DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR CICLO B
P. Emilio Betancur
Epifanía,
verdad ante la mala información
Después de la vacuna
contra el corona virus necesitamos otras que si no matan, nos van a dejar
penando: una de ellas, las redes sociales por obstaculizar la información y el
conocimiento de la verdad, las mentiras en la Web llegan más rápido que las
verdades, y sin modo detenerlas; Instagram, Youtube,
WhatsApp y Facebook no conjugan solo los verbos “manipular y ganar más dinero”,
algunas otras vacunas son para la inequidad, la corrupción y la pobreza
galopante.
Para tanta oscuridad la
Epifanía de Dios hecho carne para que seamos más humanos y solidarios es una
verdad absoluta, confiada a la fe de unos magos y unos pastores pobres sin
temores de ser una información falsa, contraria a la verdad.
La historia narrada en
el Evangelio de Mateo (2,1-12), cuenta que los magos vinieron de Oriente
guiándose por una estrella, la cual los condujo hasta Belén (de ahí el nombre
de estrella de Belén) ...Al regreso, advertidos los magos por un sueño de las
intenciones del rey Herodes, no volvieron a Jerusalén. Los informantes tenían
discernimiento por tener la verdad en su corazón.
Los pastores en Lucas
(2,8-20) significan la revelación a los pobres y los Magos en Mateo son los
mediadores al universo entero. Desde la primera Alianza Isaías nos había tenido
en cuenta a nosotros “como pueblo que caminaba en tinieblas y vio una gran luz,
habitaba en tierra de sombras y una luz ha brillado ante sus ojos” (Is 9,1s), “Levántate y resplandece Jerusalén, porque todos
hemos nacido en ella” (SSL 87,5). “En la cual no se distinguen griego ni judío,
circunciso e incircunciso, esclavo y libre, sino que Cristo es todo para todos”
(Col 3,11) y porque ha llegado tu luz, y la gloria del Señor alborea sobre ti.
Mira: las tinieblas cubren la tierra y espesa nieve envuelve a los pueblos; pero
sobre ti resplandece el Señor y en ti se manifiesta su gloria. Caminarán los
pueblos a tu luz y los reyes, (la cultura), al resplandor de tu aurora (Primea
lectura).
Aunque la fe es un don
requiere de nuestra colaboración: los magos buscaron, preguntaron, estudiaron,
sufrieron, rezaron, esperaron y siguieron caminando con la esperanza queda la
fe en su interior significada externamente en un
estrella. Esa era su verdad para avanzar.
“Reunidos, por orden de
Herodes, todos los sumos sacerdotes y los escribas del pueblo judío, le dieron
la noticia que estaba consignado según las Escrituras por mano del profeta en
Belén. Herodes solo les dijo a los Magos que cuando supieran algo vinieran a
contárselo para él ir a adorarlo (evangelio). Los magos y los pastores no se
perdieron porque no abandonaron la confianza, interpretaron bien las señales
del cielo que coincidían lo que sentían por dentro; superando el egoísmo que le
mostraba a cada uno caminos diferentes; aprendieron a convivir con zonas de
incertidumbre, pero la visión puesta en la estrella, por eso llegaron.
De los magos aprendemos
que el encuentro con Jesús nunca puede ser predicho con certeza ya que siempre
tiene un componente de gratuidad. La relación de los magos con la estrella es
un proceso de la fe que empieza en la oscuridad, la noche terminada por la luz
de una estrella; en el intermedio hay un seguimiento, una búsqueda y un
descubrimiento, el salvador en el pesebre; allí no se necesita de estrella.
Quienes mantienen su
mirada fija en la tierra no ven los signos que pertenecen al interior, el
corazón. El proceso de la fe implica saber interpretar los signos desde el
punto de visa de Dios expresado en su Palabra que es la Verdad.
Los tres reyes magos
salieron de sus culturas y los pastores desde sus campos como camino del
desapego y de la desinstalación de sus seguridades; no como conquistadores sino
para adorar primero y contar luego la novedad histórica, que el mundo tenía un
salvador. Lo que no le interesaba a Herodes para Israel.
En el ocultamiento de la
estrella, bien sea Magos que Pastores son perseverantes en la noche, lo que no
es nada distinto a una fe acrisolada por el amor al niño del pesebre. Aunque la
fe es un don requiere de nuestra colaboración por ser el don de una conquista;
una experiencia agradecida de que sólo Dios. Su gratitud humanizó a los Reyes
magos en la entrega de los dones: oro, incienso y mirra y a los pobres los
humanizó en adoración de su pobreza.
Si el pesebre los había
transformado por el nacimiento del Mesías era explicable que retornaran por un
camino distinto al del poder, la tiranía de Herodes, quien quería seguir siendo
estrella de la paz política romana frente al Mesías de Belén, príncipe de la
paz para el mundo. Los magos nos enseñan a viajar por la vida, pero sin
estrellarnos. Con los Magos podemos aprender cómo se camina y avanza con luz
propia de Belén en contracorriente, manteniendo el pulso de Herodes y todos los
Herodes; incluso cambiando el camino de regreso. Cuando desaparecen las
estrellas quedaron a oscuras pero el corazón les dijo que habían llegado.
“Cuando oscurece, se enciende una luz; y cuando la luz se acaba, entonces hay
que quedarse quietos y tranquilos, esperando en lo oscuro”, decía Kafka.