MIÉRCOLES DE CENIZAS  (Un “otoño” prometedor)

.   Para recuperar el sentido positivo de la Cuaresma y de este primer día que es el Miércoles de Cenizas, tendríamos que desprendernos de una buena cantidad de tópicos y de ese sentido sombrío del que hemos rodeado, durante mucho tiempo, a este Tiempo de Gracia de la Cuaresma que, por el contrario, debiéramos verlo como un prometedor  “otoño”, que quiere prepararnos a la recogida de los más abundantes frutos espirituales.

- ¡Cómo decepcionaríamos al Señor y que flaco servicio haríamos a nuestra vida espiritual si de este primer día de la Cuaresma sólo nos quedara: el Rito de la Ceniza y el mensaje de que, somos polvo y en polvo nos hemos de convertir!

  ¡Que no sea ese nuestro caso!

-    Con la brevedad que permite una homilía, desearía poner a vuestro alcance  el mensaje fundamental y positivo que el Señor quiere transmitirnos en este primer día de la Cuaresma.

-  En primer lugar quisiera hacerte caer en la cuenta de que tú estás hoy aquí,  (sin que lo hayas quizás advertirlo demasiado), porque el Señor te ha hecho sentir su voz, ese impulso divino, para que vengas a participar en este tradicional Rito de las Cenizas.  Hasta puede que nuestra Madre Inmaculada, a propósito de su Triduo, haya intervenido para lograr tu presencia.   

-   Y el Señor, no te ha llamado sólo para recordarte, con el Rito de la Ceniza, la caducidad de esta vida. Aunque nos venga  bien recordarlo, para facilitarnos  ir por la vida guiados por una buena jerarquía de valores.

    Pero lo que, fundamentalmente, quiero yo recordarte - podría decirnos el Señor - es:  -  ¡Que eres mi hijo!

       - ¡Que eres portador de una Vida divina que debes alimentar y      defender  de los riesgos y  “gangas” que el mundo te ofrece.

       - Que  esa  Vida divina, (como ocurre con todo buen árbol del que queremos obtener  los mejores   frutos),  necesita  de  un  alimento y de una  cuidadosa  labor de poda” y, este Tiempo de Gracia, que es la Cuaresma, es muy propicio  para  realizarla.

       - Y, finalmente, que hay varias tareas importantes en las que, de forma    especial, te debes ocupar, en este Tiempo de Cuaresma: * La Oración; * El “Pan” de la Eucaristía, de la  Penitencia y la Palabra. * Y, espíritu de mortificación, (sobre todo aquel que más contribuya, al ejercicio del amor al prójimo y a la mejora de tu vida).     Guillermo Soto