Nuestra Señora del Pilar (12 de Octubre)
“Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen”
I. Contemplamos la Palabra
Lectura del primer libro de las Crónicas 15,3-4. 15-16;16,1-2:
En aquellos días, David congregó en Jerusalén a todos los israelitas, para
trasladar el arca del Señor al lugar que le habla preparado. Luego reunió a los
hijos de Aarón y a los levitas. Luego los levitas se echaron los varales a los
hombros y levantaron en peso el arca de Dios, tal como habla mandado Moisés
por orden del Señor. David mandó a los jefes de los levitas organizar a los
cantores de sus familias, para que entonasen cantos festivos acompañados de
instrumentos, arpas, cítaras y platillos. Metieron el arca de Dios y la instalaron
en el centro de la tienda que David le habla preparado. Ofrecieron holocaustos y
sacrificios de comunión a Dios y, cuando David terminó de ofrecerlos, bendijo al
pueblo en nombre del Señor.
Sal 26,1.3.4.5 R/. El Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.
Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo. R/.
Una cosa pido al Señor, eso buscaré:
habitar en la casa del Señor por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R/.
El me protegerá en su tienda el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca. R/.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 11,27-28:
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el
gentío levantó la voz, diciendo: «Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que
te criaron.»
Pero él repuso: «Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la
cumplen.»
II. Oramos con la Palabra
SEÑOR, se cumplen hoy 519 años que España descubrió América, en el día de la
Virgen del Pilar, uniendo dos mundos bajo el patrocinio de una sola Madre. Por
eso, la mayor parte de los católicos del mundo alaban a Dios en la lengua
española, en la que se les predicó el Evangelio. Podría ser motivo de orgullo
hispano, pero para mí ha de ser motivo de gratitud a ti y a los evangelizadores,
de responsabilidad y de fidelidad al Evangelio y a la Virgen Madre.
Esta oración está incluida en el libro: Evangelio 2011 de
EDIBESA.
III. Compartimos la Palabra
“Tú eres la gloria de Jerusalén, Tú el orgullo de nuestra raza”
Cristo, centro de nuestra fe cristiana, eligió a una mujer del pueblo para tomar
nuestra carne y hacerse uno entre nosotros, en su seno permaneció durante
nueve meses, María es el Arca de la Nueva Alianza, ella engendró y guardó a
Cristo.
La lectura de hoy relata la devoción y el júbilo del rey David y su pueblo en el
traslado del Arca de Dios, en ella, estaban depositadas las Tablas de la Ley.
Nosotros, también tenemos que celebrar con júbilo la presencia de María en
medio de nuestro pueblo; según la tradición, Ella, vino a visitar al Apóstol
Santiago en Zaragoza posándose sobre el Pilar, enseña y firmeza de nuestra fe.
En María “Arca de la Nueva Alianza”, no, están las Tablas de la Ley, está el
mismo Cristo, que “Nace bajo la Ley para librarnos de la Ley, para que
lleguemos a ser hijos por adopción en el amor” (Gal 4,4). Con María, somos
verdaderos hijos de Dios, Ella, como buena Madre, está presente en su Iglesia
intercediendo por todos, desde su inicio, como nos dice la lectura de los Hechos
de los Apóstoles, en la primitiva comunidad cristiana, se reunieron los apóstoles
con algunas mujeres y “con María la Madre de Jesús” oraban en común. Ella nos
enseña a vivir y compartir nuestra fe en participación plena con toda la Iglesia y
a proclamarla, En este hermoso día se implantó, por primera vez la Cruz de
Cristo en el Nuevo Mundo. Pidamos que la fe en Cristo siga siempre presente en
todo el universo.
“Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen”
Al escuchar la lectura de este evangelio, nos puede dar la impresión de un
despego de Jesús hacia su Madre. Nada más lejos de ello, leamos
profundamente su mensaje: cuando aquella mujer del pueblo llama dichosa a
María :”dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron” y que
nosotros lo traduciríamos por un “Viva tu madre”, Jesús, se complace en ello,
mira a su Madre como a la más grande de las mujeres, no tanto, por la
maternidad carnal como por la grandeza de su fe, María es la más grande entre
las mujeres porque creyó, por su fe, aceptó la propuesta del ángel y por esa
aceptación, Dios se hizo hombre entre nosotros.
Nuestra fe, también nos hace grandes y al transmitirla, como María podemos
hacer que los hombres sigan a Cristo por la fe.
Supliquemos con la oración que la Iglesia nos propone para este día:
“Concédenos: fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el
amor” se lo pedimos por intercesión de su Madre bajo la advocación de Ntra.
Sra. del Pilar”
Hna. María Pilar Garrúes El Cid
Misionera Dominica del Rosario
Con permiso de dominicos.org