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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
Día 17 de Diciembre
Salmo 71
El elemento decisivo para reconocer la figura del rey mesiánico es sobre todo
la justicia y su amor por los pobres (Cf. versículos 12-14). Éstos sólo le tienen a Él
como punto de referencia y manantial de esperanza, pues es el representante
visible de su único defensor y patrono, Dios.
Por este motivo, ahora la mirada del salmista se dirige hacia un rey justo,
perfecto, encarnado por el Mesías, el único soberano dispuesto a rescatar a los
oprimidos “de la violencia” (Cf. versículo 14).
El Señor es el “rescatador-redentor” primario que actúa visiblemente a través
del rey-Mesías, defendiendo “la vida” y “la sangre” de los pobres, sus protegidos.
“La vida” y “la sangre” son la realidad fundamental de la persona, son la
representación de los derechos y de la dignidad de cada uno de los seres humanos,
derechos con frecuencia violados por los potentes y por los prepotentes de este
mundo.
“Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes: para que rija a tu
pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. Que los montes traigan paz, y los
collados justicia. Que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del
pobre y quebrante al explotador”.
Los más pobres y los más oprimidos son los sin Dios, a ellos el Rey viene a
liberarlos, pero mucho dependerá de nosotros para que estos pobres sean menos
pobres, y alivien con sus riquezas a los oprimidos físicamente…
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)