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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
Día 20 de Diciembre
Salmo 23
En este salmo 23 hemos de tener en cuenta tres cosas:
1ª.) La verdad de la creación: Dios creó el mundo y es su Señor: “del Señor es
la tierra y cuanto contiene”. Es una especie de profesión de fe en el Señor del
cosmos y de la historia. Dios funda la tierra sobre los mares, símbolo de las aguas
caóticas y destructoras, signo del límite de las criaturas, condicionadas por la nada
y por el mal. La realidad creada está suspendida sobre este abismo, y es la obra
creadora y providente de Dios la que la conserva en el ser y en la vida.
2ª.) El juicio al que somete a sus criaturas: debemos comparecer ante su
presencia y ser interrogados sobre nuestras obras. Estamos ante el templo de
Jerusalén. La procesión de los fieles dirige a los custodios de la puerta santa una
pregunta de ingreso: “¿Quién puede subir al monte del Seor? ¿Quién puede estar
en el recinto sacro?”. Los sacerdotes responden enumerando las condiciones para
poder acceder a la comunión con el Señor en el culto. No se trata de normas
meramente rituales y exteriores, que es preciso observar, sino de compromisos
morales y existenciales, que es necesario practicar. Es casi un examen de
conciencia o un acto penitencial que precede la celebración litúrgica. Es preciso
tener “manos inocentes y corazn puro”. “Manos” y “corazn” evocan la accin y la
intención, es decir, todo el ser del hombre, que se ha de orientar radicalmente
hacia Dios y su ley. La segunda exigencia es “no mentir”, que en el lenguaje bíblico
no sólo remite a la sinceridad, sino sobre todo a la lucha contra la idolatría, pues los
ídolos son falsos dioses, es decir, “mentira”.
3ª.) El misterio de la venida de Dios: viene en el cosmos y en la historia, y
desea tener libre acceso, para entablar con los hombres una relación de profunda
comunión.
“Se trata de tres formas elementales de la experiencia de Dios y de la relación
con Dios; vivimos por obra de Dios, en presencia de Dios y podemos vivir con
Dios” 1 .
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)
1 G. Ebeling, Sobre los Salmos, Brescia 1973, p. 97