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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
Día 30
Salmo 95, 7-10
Dios, nuestro Rey poderoso, no viene a nosotros como alguien que llega a
aplastar nuestra dignidad. A pesar de su gran poder; y a pesar de nuestra
indignidad a causa de nuestros pecados, Dios se acerca a nosotros como un Padre
lleno de amor hacia quienes sabe que somos frágiles e inclinados a la maldad desde
nuestra adolescencia.
Quien reconozca el poder salvador de Dios, sabe que Dios nos envió a su
propio Hijo para convertirse en motivo de salvación para cuantos le invoquen y le
busquen con sincero corazón.
Sólo el amor que Dios infunde en nuestros corazones podrá hacernos
constructores de un mundo más justo y más fraterno. Esa es, finalmente, una de
nuestras responsabilidades en la construcción de la ciudad terrena.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)