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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
Día 12 de Enero
Salmo 149
“Que los fieles festejen su gloria, y canten jubilosos en filas". Esta invitación
del salmo 149, que se acaba de proclamar, remite a un alba que está a punto de
despuntar y encuentra a los fieles dispuestos a entonar su alabanza matutina. El
salmo, con una expresión significativa, define esa alabanza "un cántico nuevo" (v.
1), es decir, un himno solemne y perfecto, adecuado para los últimos días, en los
que el Señor reunirá a los justos en un mundo renovado.
Todo el salmo está impregnado de un clima de fiesta, inaugurado ya con el Aleluya
inicial y acompasado luego con cantos, alabanzas, alegría, danzas y el son de
tímpanos y cítaras. La oración que este salmo inspira es la acción de gracias de un
corazón lleno de júbilo religioso.
Alabemos al Señor, nuestro Dios, porque se ha levantado victorioso sobre
nuestros enemigos. A Él se dirigen nuestros cantos, nuestras danzas; y en Él está
nuestro pensamiento, lleno de gratitud y alabanza, incluso cuando estamos en el
descanso de nuestro lecho.
Poseedores de la Victoria de Cristo, vivimos alegres y seguros en Dios que
nos ama. Pero, al mismo tiempo, proclamamos su Nombre a todas las naciones, de
tal forma que la salvación de Dios llegue hasta los últimos rincones de la tierra.
No sólo elevemos un cántico de alabanza al Señor porque nos ha librado de
nuestros enemigos, sino que demos, con nuestra vida, un testimonio auténtico de
que la obra salvadora de Dios no ha sido inútil en nosotros.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)