1
Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
I Domingo del Tiempo Ordinario
Martes
Salmo 1Sam 2, 1. 4-8
Dios siempre está dispuesto a escuchar la oración sencilla y humilde de sus
siervos. Ante la oración confiada de Ana Dios da una respuesta inmediata, pues
para Dios nada hay imposible: Él da muerte y vida; Él abate y levanta. Y como Ana,
hecha nuestra petición hemos de volver alegres y levantar nuestros llantos, pues
Dios sabrá, en su voluntad salvadora por nosotros, lo que más nos convenga
recibir.
Y Ana consagra, de por vida, al niño Samuel a Dios en su Santuario. Ahí
crecerá y vivirá, durmiendo incluso cerca del Arca de Dios. Y Ana prorrumpe en un
cántico de victoria y de alabanza al Señor. Dios, el Dios grande y misericordioso, se
puso de su parte y se dignó borrar el oprobio de su sierva.
Ahora sí puede ya responder a sus contrarios, pues es Dios quien la protege
y quien la ayuda. Dios, el dueño de todo, es quien, conforme a sus designios, ha
encumbrado a su sierva y la ha levantado de la muerte. Dándole un hijo ha borrado
su oprobio para siempre.
Ojalá y siempre estemos dispuestos a alabar a Dios por sus beneficios; y que
lo hagamos no sólo con nuestros labios, sino con un corazón agradecido y con una
vida llena siempre de buenas obras, conforme a los mandatos, enseñanzas y
ejemplos del Señor. ¡Dios sea bendito por siempre!
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)