1
Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
II Semana de Cuaresma
Lunes
Salmo 78
El Salmo 78 nos enseña a reconocer sinceramente nuestros pecados y nos
abre a la misericordia de Dios: “Señor, no nos trates como merecen nuestros
pecados... Líbranos y perdona nuestros pecados”.
Roguémosle al Señor que olvide nuestras culpas; que nos perdone, porque
en verdad queremos volver a Él y queremos que su Espíritu nos guíe. Dios sale a
nuestro encuentro por medio de su Hijo, hecho uno de nosotros. Dios no se olvida
de que somos barro, inclinados al pecado. Por eso se manifiesta como un Padre
lleno de compasión y de ternura para con nosotros.
No nos está siempre acusando, ni nos guarda rencor. Jesús, clavado en la
cruz nos perdonó para llevarnos, junto con Él, a la gloria que como a Hijo unigénito
le pertenece. Por eso, quienes hemos recibido sus dones, quienes hemos sido
hechos hijos de Dios, debemos saber amarnos como Él nos ha amado; y debemos
perdonar como nosotros hemos sido perdonados por Dios.
Que esta cuaresma nos ayude a retirar de nosotros el gesto amenazador y
los deseos de venganza para que, trabajando por la paz, construyamos una
sociedad más fraterna, más unida y con una capacidad mayor para sabernos
comprender y perdonar mutuamente. Cuando esto suceda sabremos que el Reino
de Dios ha llegado a nuestros corazones.
A mejorar en algo concreto nuestra vida en esta Cuaresma. Aunque sea un
detalle pequeño, pero que se note. Seguros de que Dios, misericordioso, nos
acogerá como un padre. Hagamos nuestra la súplica del salmo: “Señor, no nos
trates como merecen nuestros pecados... Líbranos y perdona nuestros pecados”.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)