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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
V Semana de Cuaresma
Sábado
Salmo Jer. 31, 10-13
“Convertiré su tristeza en gozo; los alegraré y aliviaré sus penas… El Señor
nos guardará como pastor a su rebaño”. El salmo responsorial toma un texto del
capítulo 31 de Jeremías en el que se anuncia: El que dispersó a Israel lo reunirá, lo
guardará como pastor a su rebaño.
Dios se conmueve ante el grito de sus hijos, que claman ante Él después de
haber sido despojados de su tierra y llevados al destierro. Dios jamás da marcha
atrás en su amor por los suyos. A pesar de los grandes pecados de su pueblo, el
Señor lo sigue amando y mimando como a un niño sumamente querido.
Por eso levanta el castigo de su pueblo y, entre gritos de júbilo y ante la
admiración de todos los pueblos, lo hace volver a la posesión de la tierra que
prometió, con juramento, dar a sus antiguos padres y a su descendencia.
Dios, por medio de su Hijo nos ha manifestado su amor hasta el extremo. Él
quiere perdonarnos porque nos ama; y por ese amor que nos tiene, nos ha elevado
a la dignidad de hijos suyos haciéndonos partícipes de su vida y de su Espíritu, para
que seamos capaces de escuchar su Palabra y de ponerla en práctica, de tal forma
que, reconocidos como sus hijos, podamos, finalmente estar con Él para siempre.
Alabemos y glorifiquemos al Señor por su misericordia y por el amor que nos
tiene.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)