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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
II Semana de Pascua
Jueves
Salmo 33, 2.9.17-18.19-20
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha. El Señor está cerca de los que
sufren. Así nos lo dice el Salmo 33: “Bendigo al Señor en todo momento, su
alabanza está siempre en mi boca. Gusten y vean qué bueno es el Señor, dichoso el
que se acoge a Él”.
Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. A pesar
de que nos veamos perseguidos por los malvados debemos saber que el Señor
Jesús vino a buscar y a salvar todo lo que se había perdido.
El Señor nos ha enviado a buscar a la oveja perdida y a llamarla a la
conversión, pues Dios, rico en misericordia, está siempre dispuesto a perdonar a
todo aquel que le busca con un corazón humilde y sincero. Si Dios vela de nosotros
y nos libra de la mano de nuestros enemigos, velemos por los demás, muchas
veces atrapados en las redes de la maldad y, con el Poder que hemos recibido de lo
Alto, busquemos por todos los medios librarlos de sus cadenas.
Sólo entonces nos estaremos identificando con Cristo, pues su Espíritu estará
guiando nuestras obras y actitudes y todos podrán hacer la prueba y experimentar
el amor que Dios nos tiene sin reservas ni medida.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)