1
Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
III Semana de Pascua
Jueves
Salmo 65, 8-9.16-17.20
“Aclama al Señor, tierra entera”
No es extraño que el salmo responsorial de hoy sea misionero: “aclama al
Señor, tierra entera. Bendecid, pueblos, a nuestro Dios”: estamos llamados a
testimoniar lo que Dios ha hecho con nosotros: nos ha devuelto la vida. Por esto el
salmo invita a todos los pueblos a que bendigamos al Dios que tan
portentosamente nos ha salvado.
Quien ha recibido los beneficios de Dios; quien ha sido perdonado de sus
pecados, aun cuando estos hayan sido demasiado graves; quien ha sido hecho hijo
de Dios participando de su misma Vida y de su mismo Espíritu, no puede quedarse
mudo ante un mundo dominado por todos aquello males de los cuales uno ha sido
librado, de un modo totalmente gratuito, por la bondad y misericordia de Dios.
Aquel mandato de Cristo al antes endemoniado: Ve a los tuyos, a los de tu
casa, y cuéntales lo misericordioso que ha sido Dios para contigo, debe también ser
cumplido por nosotros, que hemos sido objeto de su amor y de su misericordia.
Alabemos al Señor agradecidos por todo lo que de Él hemos recibido; y
proclamemos ante el mundo entero lo que Él hizo por nosotros, pues, siendo
pecadores, nos envió a su propio Hijo, el cual entregó su vida para que fuésemos
perdonados y hechos hijos de Dios.
Así vemos cómo Dios ha cumplido sus promesas de salvación para con cada
uno de nosotros. Acudamos al Señor y dejemos que su salvación se haga realidad
en nosotros, pues Él nos ama sin medida y sin distinción de personas. Entonces, no
sólo nuestras palabras, sino nuestra vida misma, se convertirá en un anuncio eficaz
de la Buena Nueva de salvación que Dios quiere que llegue a todos y hasta el
último rincón de la tierra.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)