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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
IV Semana de Pascua
Sábado
Salmo 97
El salmo 97 de hoy es Canto de alabanza a Dios después de la victoria . Una
victoria del pueblo sirve de ocasión al poeta para dirigir a las naciones todas, una
invitación para que vengan a cantar a Dios, reconociendo su poderío y su fidelidad
a las promesas hechas a su pueblo.
Visto este salmo desde la perspectiva del Antiguo Testamento, proclama que
Dios salva a su pueblo y que todas las naciones, al contemplarlo, se admiran. En
cambio, visto desde el Nuevo Testamento, Dios realiza la salvación en Cristo, hijo
de Israel; todas las naciones lo contemplan y son invitadas a beneficiarse de esa
salvación, ya que el Evangelio “es fuerza de Dios para la salvación de todo el que
cree: del judío primeramente y también del griego”, es decir del pagano (Rm 1,16).
Ahora “todos los confines de la tierra” no sólo “han contemplado la salvación de
nuestro Dios” (Sal 97,3), sino que la han recibido.
El salmo nos hace contemplar la victoria final de Dios sobre el poder del mal
y la salvación que conseguirá Israel para todos los pueblos: El Señor da a conocer
su victoria.
La resurrección de Cristo nos impulsa a nosotros a cantar, pues, la victoria
de nuestro Dios, manifestada en la Pascua de Jesucristo. Que los hombres, que con
tanta frecuencia viven faltos de esperanza, comprendan que también a ellos el
Señor les revela su justicia, para que los confines de la tierra contemplen, como
nosotros, la victoria de nuestro Dios.
Señor Dios, autor de maravillas, te bendecimos y te damos gracias, porque
nos has dado a conocer la victoria de tu Hijo; recibe nuestro cántico nuevo y haz
que aclamemos a Cristo, tu Hijo, como Rey y Señor, ahora y por los siglos de los
siglos.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)