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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
Sábado
Salmo 99
El salmo 99 nos invita al gozo y a la alegría. Cristo, victorioso vencedor de la
muerte, es nuestro pastor, y nosotros, sus ovejas, caminamos, tras él y como él,
hacia la resurrección. Aclamemos, pues, al Señor con alegría, y que esta hora, en la
que Cristo entró en su gloria, aumente nuestra esperanza de que también nosotros,
ovejas de su rebaño, entraremos un día por sus puertas con acción de gracias,
bendiciendo su nombre.
El salmo 99 es un canto procesional de acción de gracias a Dios que ha
elegido a Israel y lo guía con cuidado amoroso como a ovejas de su rebaño.
Pero Israel -la Iglesia- es un pueblo sacerdotal, es luz de los gentiles; por
ello no puede contentarse con cantar ella sola a Dios. Toda la tierra, todos los
hombres, deben sumarse a esta alabanza: Aclama al Señor, tierra entera . Nosotros
caminamos también procesionalmente siguiendo a Cristo, que ha pasado ya de este
mundo al Padre, y nos dirigimos hacia el verdadero atrio de Dios, el reino donde
Cristo victorioso está sentado a la derecha del Padre. Que la alegría y el canto sea
pues el distintivo de los que creemos en el reinado que, ya en este mundo, es
objeto de nuestra esperanza y de nuestros anhelos.
Cristo Jesús, Señor nuestro, porque tú nos has hecho, nosotros somos tu
pueblo y ovejas de tu rebaño; y, porque sabemos que tu fidelidad dura por todas
las edades, nosotros queremos servirte con alegría, dándote gracias y bendiciendo
tu nombre ahora y por los siglos de los siglos.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)