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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
VII Semana de Pascua
Lunes
Salmo 67, 2-7
“Los justos se alegran, gozan en la presencia de Dios, rebosando de alegría”.
La confianza auténtica siempre experimenta a Dios como amor, a pesar de que en
ocasiones sea difícil intuir el recorrido de su acción. Queda claro que “el Señor
guarda a los sencillos» (versículo 6). Por tanto, en la miseria y en el abandono, se
puede contar con él, «padre de los huérfanos y tutor de las viudas” (Salmo 67,6).
Si se violan los derechos de los pobres, no se cumple sólo un acto
políticamente injusto y moralmente inicuo. Para la Biblia se perpetra también un
acto contra Dios, un delito religioso, pues el Señor es el tutor y el defensor de los
oprimidos, de las viudas, de los huérfanos (Cfr. Salmo 67, 6), es decir, de quienes
no tienen protectores humanos.
El Dios de los “pobres”, el que ha escrito en su tarjeta de visita: “Padre de
los huérfanos y defensor de las viudas”, pone todo su poder al servicio de quienes
ama con predilección, para disipar a sus enemigos, “como la cera se derrite al
fuego”; en cambio, desde su templo santo, a huérfanos y a viudas da su auxilio”.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)