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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
X Semana del Tiempo Ordinario
Lunes
Salmo 120
La Biblia de Jerusalén da a este salmo el título de El guardián de Israel . Este
salmo, que recuerda a los fieles que Dios los protege, era propio de los peregrinos
que subían a Jerusalén por caminos difíciles. Conviene igualmente a los cristianos
en camino hacia la Jerusalén celestial.
El peregrino levanta sus ojos para contemplar en el horizonte las siluetas
lejanas de los montes que rodean la ciudad santa. En uno de ellos, la colina de
Sión, descansa el trono de Dios. Justamente, desde el santuario de Jerusalén
provendrá el auxilio o socorro a los piadosos que se confían a su Dios, que es nada
menos que el Hacedor de cielos y tierra . Esta explicitación del salmista tiene por
objeto sembrar confianza en sus devotos, que podrían dudar antes de exponerse a
los peligros de una dura peregrinación. El Creador, con su omnipotencia, les
garantiza su protección.
Una segunda voz concreta más esta idea de protección: Yahvé será tan
solícito de sus siervos y devotos, que no permitirá que resbalen sus pies . Yahvé no
es un centinela que fácilmente se duerme en su puesto de vigilancia, sino que
estará constantemente en su puesto de guardia velando por los intereses de sus
devotos. El salmista repite con énfasis: no duerme; no duerme ni reposa , para
sembrar confianza entre los piadosos peregrinos que se acercan a la ciudad santa.
La caravana de los peregrinos puede estar segura a la sombra del guardián de
Israel , que es el que plasmó los cielos y la tierra (v. 2).
Dios de nuestro destierro, Tú quisiste que tu Hijo Jesús compartiera nuestra
condición de peregrinos y extranjeros y que se convirtiera para nosotros en el
camino hacia ti; danos fuerza para superar los obstáculos que surgen en nuestro
peregrinar y acrecienta en nosotros el ansia de ir hacia ti. Te lo pedimos, Padre, por
el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)