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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
XVI Semana del Tiempo Ordinario
Miércoles
Salmo 70
Señor, tu eres mi esperanza, hemos cantado en el salmo. La esperanza
cristiana se basa en el amor de Dios y se demuestra en el amor al prójimo. El Papa
Benedicto XVI ha dicho en su encíclica Spe Salvi, que "El hombre necesita a Dios,
de lo contrario se queda sin esperanza".
"Esta gran esperanza solo puede ser Dios, que abraza el universo y que nos
puede proponer y dar lo que nosotros por sí solos no podemos alcanzar"."Dios es el
fundamento de la esperanza, pero no cualquier Dios, sino el Dios que tiene rostro
humano y que nos ha amado hasta el extremo, a cada uno en particular y a la
humanidad en su conjunto".
"Llegar a conocer a Dios, al Dios verdadero, eso es lo que significa recibir
esperanza". "La puerta oscura del tiempo, del futuro, ha sido abierta de par en par.
Quien tiene esperanza vive de otra manera: se le hado una vida nueva". "El cielo
no está vacío. La vida no es el simple producto de las leyes y de la casualidad de la
materia, sino que en todo, y al mismo tiempo por encima de todo, hay una
voluntad personal, hay un Espíritu que en Jesús se ha relevado como Amor".
La gran esperanza, la plena y definitiva, está garantizada por Dios, por el
Dios que es amor que en Cristo nos ha visitado y nos ha dado la vida y que volverá
al final de los tiempos. ¡Es a Cristo a quien esperamos es en El en quien confiamos!
Con María, su Madre, la Iglesia va al encuentro de su Esposo: lo hace con las obras
de caridad, porque la esperanza como fe, se demuestra con el amor". Señor, tu
eres mi esperanza
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)