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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
XVIII Semana del Tiempo Ordinario
Lunes
Salmo 118
“Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero…”. El Salmo
compara la Ley de Dios con el sol, cuando afirma que “los preceptos del Señor son
rectos, gozo del corazón; luz de los ojos” (18, 9). El libro de los Proverbios se
confirma después que «el mando es una lámpara y la enseñanza una luz” (6, 23).
Cristo mismo se presentará como revelación definitiva precisamente con esa misma
imagen: “Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino
que tendrá la luz de la vida” (Juan 8, 12).
El Salmo 118 describe el camino de la vida, a veces oscuro, pero en el que la
Palabra de Dios abre improvisamente una luz radiante. Cristo mismo, revelación
definitiva de Dios, es la "luz del mundo" (Jn 8,12).
En efecto, el peligro, el sufrimiento, el desánimo, acechan constantemente el
anhelo del corazón humano. No siempre se sabe cómo seguir el camino recto o
faltan las fuerzas para seguirlo. La ley de Dios lo muestra con claridad y con su
gracia todo creyente puede ser fiel a la voluntad divina que lleva a la salvación.
OH Dios, fuente de gozo incesante, que has encendido en nuestro interior la
luz de la filiación y, de este modo, nos diste vida según tu promesa; inclina nuestro
corazón a cumplir tu ley siempre y cabalmente, porque tus preceptos son nuestro
gozo y la alegría de nuestro corazón. Por Jesucristo nuestro Señor.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)