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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
XIX Semana del Tiempo Ordinario
Sábado
Salmo 50
Crea en mi, Señor, un corazón puro:
En un corazón puro existen cosas buenas; pero en un corazón confuso sólo
existen malas cosas.
En un corazón puro hay amor y cariño; pero en un corazón confuso hay odio
y rencor.
En un corazón puro hay compasión y caridad; pero en un corazón confuso
sólo existe coraje y envidia.
En un corazón puro hay bondad y humildad; pero en un corazón confuso hay
maldad y soberbia.
En un corazón puro hay sólo verdad y fidelidad; pero en un corazón confuso
sólo hay mentira y traición.
Un corazón puro está limpio y libre de culpas; pero un corazón confuso está
sucio y lleno de culpas.
En un corazón puro sólo Dios existe y gobierna; pero en un corazón confuso
sólo lo acosa el maligno.
Así es que; ¿quieres tener un corazón puro o un corazón confuso? sólo tuya
es la elección.
Un corazón puro siempre será bienaventurado; pero un corazón confuso
siempre perverso será.
Un corazón puro se llena de las cosas de Dios; pero un corazón confuso se
llena de cosas que hacen daño.
Tengamos siempre un corazón puro. Crea en mi, Señor, un corazón puro.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)