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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
XXII Semana del Tiempo Ordinario
Lunes
Salmo 118
Cuánto amo Señor tu voluntad. La amistad con Cristo coincide con lo que
expresa la tercera peticin del Padrenuestro: “Hágase tu voluntad en la tierra como
en el cielo”.
La “voluntad de Dios” en la Biblia se refiere a las leyes morales o
mandamientos de Dios que tratan con los asuntos de la vida cotidiana. En el
Antiguo Testamento leemos: “Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y la cumpliré
de todo corazón. Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo
mi voluntad” (Salmos 119:34, 35); “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha
agradado, y tu ley está en medio de mi corazn” (Salmos 40:8).
En el Nuevo Testamento vemos que Pablo da a los efesios instrucciones
generales para no vivir como el mundo: “Por tanto, no sean insensatos, sino
entiendan cuál es la voluntad del Seor” (Ef 5:17). Y, al instruir a los tesalonicenses
acerca de la pureza, escribe: “La voluntad de Dios es que sean santificados” (1Tes
4:3). La voluntad de Dios es que seamos santos, sabios, maduros, alegres,
dedicados a la oración y sumisos”.
Pero no estamos solos para poder amar la voluntad de Dios: el Espíritu Santo
“intercede por nosotros con gemidos tan fuertes en palabras”. Él conoce cuál es la
voluntad de Dios, y “él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios. Y
nosotros sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que le
aman, esto es, a los que son llamados conforme a su propsito” (Rom 26-28).
El Espíritu Santo ora en nuestro corazón, para que cada área de nuestro ser,
se active conforme a la voluntad soberana y eficaz de Dios.
El Espíritu Santo nos da sabiduría y él está orando por nosotros para que le
obedezcamos. Nosotros necesitamos hacer decisiones sabias pero con su ayuda y
guía.
Enséñame a hacer tu voluntad, porque Tú eres mi Dios; tu buen Espíritu me
guíe a tierra de rectitud.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)