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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
XXIX Semana del Tiempo Ordinario
Sábado
Salmo 121
Vamos a la casa del Señor . Esta respuesta al salmo evoca, ante todo, el gozo
inicial de la peregrinacin: “vamos a la casa del Seor”. Una alegría intensa,
contagiosa, impaciente, en el sentir de San Agustín: “Corramos, corramos, porque
iremos a la casa del Señor. Corramos y no nos cansemos, porque llegaremos
adonde no nos fatigaremos... Iremos a la casa del Señor. Me regocijé con los
profetas, me regocijé con los apóstoles. Todos éstos nos dijeron: Iremos a la casa
del Seor”.
El mismo san Agustín expresa: “Ve cuál es la casa del Seor. En aquella es
alabado el que edificó la casa. El es delicia de todos los que habitan en ella. El sólo
es la esperanza aquí y la realidad allí”.
No hay que olvidar nunca la meta definitiva del último misterio de gloria
eterna. “Piensa - dice San Agustín - cómo has de estar allí el día de mañana, y aun
cuando todavía estés en el camino, piensa como si ya permanecieras allí, como si
ya gozaras indeficientemente entre los ángeles, y como si ya aconteciera en ti lo
que se dijo: “Bienaventurados los que moran en tu casa, por los siglos de los siglos
te alabarán”.
Te damos gracias, Señor, por el gozo que nos ha procurado asentar nuestros
pies aquí, en el santuario consagrado a la Madre, en donde nos hemos sentido
confortados con impulso renovado para nuestro itinerario futuro. Hermanos, no
desmayemos caminemos con paso firma hacia la casa del Señor
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)