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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
XXX Semana del Tiempo Ordinario
Viernes
Salmo 110
Qué grandes son tus obras, Señor . Tosas las obras de Dios son portentosas,
se manifiestan en la naturaleza y en la historia del pueblo elegido, y aun en la vida
privada de sus adeptos. Ellas proporcionan un motivo de meditación, y son dignas
de estudio en toda su profundidad y consecuencias para la vida religiosa del
hombre (v. 2). En las obras de la naturaleza se destacan el esplendor y la
magnificencia de Dios, pues son el reflejo de sus atributos de sabiduría, bondad y
poder, y en sus providencias hacia el hombre se pone de relieve su generosidad ,
que, lejos de atenuarse con el tiempo, se muestra inmutable para siempre (v. 3).
Particularmente, su providencia se ha manifestado en la historia de Israel; en
ella hizo maravillas memorables , liberando a su pueblo de la esclavitud faraónica y
protegiéndole contra sus enemigos. Literalmente habría que traducir: “hizo un
memorial de sus maravillas”. En las maravillas del Éxodo, Dios se mostró realmente
piadoso y clemente con su pueblo, acompañándole y obrando prodigios en su favor
(v. 4). Este modo de proceder brilla en toda la historia de Israel.
Todas las obras de Dios se caracterizan por su justicia y su verdad (v. 7),
pues son la manifestación de sus atributos esenciales; por eso, sus preceptos
merecen confianza , pues están como sellados, sin que puedan engañar a nadie ni
ser ellos mismos defectibles. Como expresión de la verdad y rectitud divinas, sus
preceptos permanecen para siempre (v. 8).
San Pedro Crisólogo se expresa con estas palabras, cuando habla de las
“Grandes las obras del Señor”: pero esta grandeza que vemos en la grandeza de la
Creación, este poder es superado por la grandeza de la misericordia. De hecho,
habiendo dicho el profeta: „Grandes son las obras de Dios‟, en otro pasaje añade:
„Su misericordia es superior a todas sus obras‟. La misericordia, hermanos, llena el
cielo, llena la tierra…
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)