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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
XXXIII Semana del Tiempo Ordinario
Lunes
Salmo 1
El Señor protege al justo . El justo cree en el Dios que escucha su clamor, que
presta oídos a su súplica, en el Dios que se alía con el justo, su protector. El justo
es, para Dios, como las niñas de los ojos. Dios lo protege como el águila que
esconde a su cría a la sombra de sus alas. Es, por tanto, el Dios de la Alianza,
comprometido con la justicia „en cuerpo y alma‟, como un guerrero victorioso. El
Señor protege al justo .
El justo ve y siente a Dios como un escudo que lo protege: aquel que
escucha sus gritos de auxilio y ve su sufrimiento, aquel que no se ríe del justo sino
que le ama y viene en su ayuda para librarlo de sus opresores.
¿Porqué el justo, en medio de la dificultad, puede sentir a Dios tan cercano y
a su favor?, ¿Porqué puede, a pesar de lo que está sufriendo, esperar y confiar en
su Amigo Dios? Porque sabe que su Amigo Dios siempre ha venido en su ayuda,
que siempre lo ha salvado de las desgracias y persecuciones. Es su experiencia de
Dios la que le hace tener esperanza en El. Sabe que Dios siempre ha estado a su
lado, de su parte, luchando con él y siempre lo ha sacado del apuro, y lo ha
bendecido en la tribulación, sabe que cada vez que ha entrado en conflicto ha salido
recrecido en su fe, ha madurado en su humanidad.
El justo tiene muy claro por su experiencia, que Dios es el Señor de la
Alianza, que escucha con atención el clamor de sus amigos fieles, aquel que ha
dicho: “Aunque una madre se olvidara de su hijo, Yo nunca me olvidaré de ti”. Por
eso el hombre justo le pide al Señor: “¡Levántate y sálvame, Señor, Dios mío!”.
Pidamos a Jesús, que fortalezca nuestra fe y nuestra confianza, cuando
luchamos contra la injusticia y nuestros esfuerzos parecen inútiles; cuando tenemos
la impresión de que la opresión y la maldad triunfan sobre el amor y la justicia. No
olvidemos que el Amor de Dios es más fuerte que la muerte y que todos los
poderes de este mundo juntos. Y que nada ni nadie puede prevalecer por encima
de la justicia y el poder del Señor.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)