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Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
XXXIV Semana del Tiempo Ordinario
Lunes
Salmo 23
Dichosos los limpios de corazón . Esta respuesta al salmo evoca una de las
bienaventuranzas de Jesús: “Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a
Dios”.
¿Qué es pureza del corazón? Corazón en la Biblia involucra toda la persona:
las emociones, la mente, la voluntad.
La palabra “puro” aparece 28 veces en el N. T.; de estas, diez veces
traducido como limpio significando rectitud de pensamiento y claridad de intención.
Que pocos se mueven como una brújula ante la voluntad de Dios y tratan a los
demás sin prejuicios.
¿Qué es ver a Dios? La visión beatífica ha sido la meta de todos los
santos, pero la bienaventuranza promete más: el mayor deseo de un creyente es
ver a Dios.
Jesús quería decir que los limpios de corazón ven a Dios cuando otros están
ciegos; que los limpios de corazón están atentos a ver lo que Dios les dice por
medio de la Palabra para descubrirlo en la historia, y que los limpios de corazón,
viendo a Dios por medio de la revelación, no se desesperan.
Los limpios de corazón tienen por intuición la dirección del espíritu de Dios
cuando otros se sienten descontrolados y sin orientación.
San Agustín al referirse a ella comenta que “todo lo que obramos, lo que
obramos bien, nuestros esfuerzos, nuestras laudables ansias e inmaculados deseos,
se acabarán cuando lleguemos a la visión de Dios.
Prepara tu corazón para llegar a ver a Dios. Hablando a lo carnal, ¿cómo es
que deseas la salida del sol, teniendo los ojos enfermos? Si los ojos están sanos, la
luz producirá gozo; si no lo están, será un tormento. No se te permitirá ver con el
corazón impuro lo que no se ve sino con el corazón puro. Serás rechazado, alejado;
no lo verás. Pues dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)