1
Salmos diarios, Ciclo II, Año Par. Explicados
XXXIV Semana del Tiempo Ordinario
Sábado
Salmo 94
Demos gracias al Señor . El Espíritu Santo está en el origen de la oración que
refleja del modo más perfecto la relación existente entre las Personas divinas de la
Trinidad: la oración de glorificación y de acción de gracias, con que se honra al
Padre y, con él, al Hijo y al Espíritu Santo.
San Pablo en la carta a los Colosenses, exhorta a los cristianos a permanecer
en la oración, cantando a Dios de corazón y con gratitud himnos y cánticos
inspirados, instruyéndose y amonestándose con toda sabiduría, y les pide que este
estilo de vida de oracin sea aplicado a todo lo que hagan: “Todo cuanto hagáis, de
palabra y de obra, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por
su medio a Dios Padre ” (Col 3, 17). La misma recomendacin aparece en la carta
a los Efesios: “Llénense más bien del Espíritu. Reciten entre ustedes salmos,
himnos y cánticos inspirados; canten y salmodien en su corazón al Señor, dando
gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre de nuestro Señor
Jesucristo” (Ef 5, 18-20)
Así también en su culto, la Iglesia, da continuamente gracias al a trinidad:
en el Gloria, decimos; “Por tu inmensa gloria..., te damos gracias”; de
igual forma;
en el Te Deum, alabamos a Dios y lo proclamamos Señor.
En los Prefacios también vuelve la invitación invariable: “Demos
gracias al Seor, nuestro Dios”, y a los fieles se les invita a dar su
respuesta de asentimiento y participacin: “Es justo y necesario”.
Es hermoso repetir con la Iglesia orante, al final de cada salmo y en muchas
otras ocasiones, la breve, densa y espléndida doxología del Gloria Patri: “Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo...”. Demos gracias al Señor.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)