I Semana de Adviento (Año Par)
Viernes
Mt 9:37-31
“Hijo de David, ten compasión de nosotros ”. Al llamar estos ciegos a Jesús,
hijo de David, confiesan que es el Mesías. En contraste con sus enemigos que no lo
querían aceptar. Esto es, los ciegos ven antes de ser curados. El que los ciegos iban
a ver era uno de los signos claros de que la época del Mesías había llegado. Ahora
sólo se desarrollan las consecuencias: los ciegos creen en el Mesías y los ciegos son
curados de su ceguera.
Y en paradoja, los enemigos de Cristo que tenían los ojos sanos, no ven; en
cambio, los ciegos, sí ven. Se impone una pregunta: ¿Vemos a Cristo en la cultura
de nuestros días?, o estamos ciegos, esto es, estamos sin fe. Con la fe, todo
cambia, la cultura actual transparentará a Cristo y lo encontraremos por
dondequiera como nuestro Salvador.
Aquellos ciegos de Jericó, a los que vino Cristo para hacer que vieran,
simbolizaban a todos aquellos que en este mundo están angustiados por la ceguera
de la ignorancia, a los cuales vino el Hijo de Dios.
Aunque hoy, gracias a la generalización de la enseñanza, los jóvenes han
adquirido una cultura superior a la de sus padres, en muchos casos este nivel no se
da en la vida cristiana, pues se constata a veces no sólo una ignorancia religiosa,
sino un cierto vacío moral y religioso en las jóvenes generaciones.
Por consiguiente, necesitamos salir al encuentro de Cristo, como los dos
ciegos: ¡Hijo de David, ten compasión de nosotros! En efecto, Él nos ha encontrado
mientras yacíamos “en tinieblas y sombras de muerte”, es decir, oprimidos por la
larga ceguera del pecado y de la ignorancia. (...) Nos ha traído la verdadera luz de
su conocimiento y, habiendo disipado las tinieblas del error, nos ha mostrado el
camino seguro hacia la patria celestial. Ha dirigido los pasos de nuestras obras para
hacernos caminar por la senda de la verdad, que nos ha mostrado, y para hacernos
entrar en la morada de la paz eterna, que nos ha prometido.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)