II Semana de Adviento (Año Par)
Miércoles
Mt 11, 28-30
Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré . “¡Ven
a Mí!”, te dice el Seor cuando te experimentes fatigado, agobiado, invitándote a
salir de ti mismo, a buscar en Él ese apoyo, ese consuelo, esa fortaleza que hace
ligera la carga. Él, que experimentó en su propia carne y espíritu la fatiga, el
cansancio, la angustia, la pesada carga de la cruz, nos comprende bien y sabe
cómo aligerar nuestra propia fatiga y el peso de la cruz que nos agobia.
“Sin Dios, la cruz nos aplasta; con Dios, nos redime y nos salva.” (S.S. Juan
Pablo II) Si buscas al Señor, en Él encontrarás el descanso del corazón, el consuelo,
la fortaleza en tu fragilidad. Y aunque el Señor no te libere del yugo de la cruz, te
promete aliviar su peso haciéndose Él mismo tu cireneo.
Y si por algún motivo un día te sientes anímicamente cansado, o si te sientes
agobiado por algún peso que no puedes cargar, mira al Señor en el Huerto de
Getsemaní (ver Jn 12,27). ¿Qué hizo Él cuando sintió la angustia en su alma? ¿Qué
hizo Él cuando tenía que asumir la pesadísima carga de la cruz? Rezó más, insistía
en su oración, la hizo más intensa, buscando la fortaleza en Dios (ver Mt 26,44).
El Señor Jesús, el Maestro, nos da una enorme lección de lo que también
nosotros debemos hacer: en momentos de prueba, de fatiga, de fragilidad, ¡es
cuando más debemos rezar, con más intensidad, con más insistencia! ¿Y dónde
mejor que en el Santísimo, ante el Sagrario, en su misma Presencia sacramentada?
Sí, allí, ante el Tabernáculo, encontrarás esa paz, ese consuelo, esa fortaleza que
necesitarás en los momentos más duros de tu vida.
San Juan Crisóstomo: “Y no dice (Jesús): Venga éste y aquel, sino todos los
que están en las preocupaciones, en las tristezas y en los pecados; no para
castigarlos, sino para perdonarles sus pecados. Vengan, no porque necesite de su
gloria, sino porque quiero su salvacin. Por eso dice: “Y yo los aligeraré”. No dijo:
Yo los salvaré solamente, sino (lo que es mucho más) los aliviaré, esto es, los
colocaré en una completa paz”.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)