Vivir la misión de Cristo con disponibilidad incondicional
23 de Octubre de 2011
Evangelio
Del santo Evangelio según san Marcos 16, 15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «Vayan por todo el mundo
y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el
que se resista a creer, será condenado. Estos son los milagros que acompañarán a
los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas,
cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño;
impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos».
El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la derecha de
Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba
con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían. Palabra del
Señor .
Oración introductoria
Señor, que poco he sabido aprovechar tu gracia, porque sé que como tu discípulo y
misionero podría hacer tus milagros… Ven Espíritu Santo, haz que ponga mi vida en
tus manos para que no me apoye en mis fuerzas sino en los auxilios de tu gracia.
Petición
Señor, dame la docilidad para saber abandonarme en tu Providencia divina y ser un
auténtico testigo de tu amor.
Meditación
«Que vuestra palabra y vuestra acción sean de ánimo y de empuje para cuantos
son llamados a gestionar la complejidad que caracteriza el tiempo presente. En una
época en la que surge cada vez con más fuerza la petición de sólidas referencias
espirituales, sabed plantear a todos lo que es peculiar de la experiencia cristiana: la
victoria de Dios sobre el mal y sobre la muerte, como horizonte que arroja una luz
de esperanza sobre el presente. Asumiendo la educación como hilo conductor del
compromiso pastoral de esta década, habéis querido expresar la certeza de que la
existencia cristiana – la vida buena del Evangelio – es precisamente la
demostración de una vida realizada. Sobre este camino aseguráis un servicio no
solo religioso o eclesial, sino también social, contribuyendo a construir la ciudad del
hombre. ¡Por tanto, ánimo! A pesar de todas las dificultades, “nada es imposible
para Dios”, para Aquel que sigue haciendo “grandes cosas” a través de cuantos,
como María, saben entregarse a él con disponibilidad incondicional» (Benedicto XVI,
26 de mayo de 2011).
Reflexión apostólica
«Cristo, antes de subir al cielo, urgió a los apóstoles: «Id por todo el mundo y
proclamad la Buena Nueva a toda la creación». Desde entonces, la Iglesia vive
siempre en misión, caminando hacia todos los pueblos de la tierra para que nadie
quede privado del conocimiento transformante del amor de Cristo. Ella no se cansa
de recorrer el mundo alzando la voz una y otra vez para que el anuncio del amor
siga resonando en cada rincón y en cada nueva etapa de la historia de la
humanidad» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 40).
Propósito
Optar por vivir alejado de toda tibieza o mediocridad y vivir con exigencia mi
misión.
Diálogo con Cristo
Gracias, Señor, por recordarme mi misión. No necesito ir muy lejos, debo empezar
por dedicarme a mis deberes con la máxima perfección, por amor a Ti. Desde la
perspectiva del amor, este esfuerzo deja de ser árido o difícil, rompe mi tacañería y
mi estrechez y me hace vivir con alegría, sin temor, porque abrirme
incondicionalmente a tu querer, ése es el camino de la santidad.
«Predicar y transmitir a Cristo significa pasar, como Él, haciendo el bien. Este
sentido de la misión es fruto del compromiso bautismal, así como del encargo de
evangelizar que Jesús hace a cada uno de nosotros, sus apóstoles; misión que
habrá de realizarse en el tiempo camino a la eternidad»