III Semana de Cuaresma (Año Par)
Jueves
Lc 11, 14-23
El que no está conmigo, está contra mí . En otras palabras: “Quien está lejos
de mí, está lejos del Reino”. Pero también Jesús reconoce que no todo lo que queda
fuera del Reino es radicalmente malo, cuando: “el que no está contra ustedes, está
a favor de ustedes” (Lc 9,50).
Jesús había expulsado un demonio que era mudo. La expulsión provocó dos
reacciones diferentes. Por un lado, la multitud se quedó admirada y maravillada. La
multitud acepta Jesús y cree en él. Por otro, los que no aceptan a Jesús y no creen
en él.
Jesús una vez que refuta a los que lo calumnian, dice la frase que nos ocupa:
“El que no está conmigo, está contra mí. El que no recoge conmigo, desparrama”.
En otra ocasión, también a propósito de una expulsión del demonio, los
discípulos impidieron a un hombre el que usara el nombre de Jesús para expulsar
un demonio, ya que no era de su grupo. Y Jesús respondió: “No se lo impidan.
Porque ¡el que no está contra ustedes está con ustedes!” (Lc 9,50). Parecen dos
frases contradictorias, pero no lo son. La frase del evangelio de hoy está dicha
contra los enemigos que tienen preconceptos contra Jesús: “Quién no está
conmigo, está contra mí.
El gran problema planteado al mundo, desde hace casi dos mil años, subsiste
inmutable. Cristo, radiante siempre en el centro de la historia y de la vida; los
hombres, o están con El y con su Iglesia, y en tal caso gozan de la luz, de la
bondad, del orden y de la paz, o bien están sin El o contra El, y deliberadamente
contra su Iglesia: se tornan motivos de confusión, causando asperezas en las
relaciones humanas, y persistentes peligros de guerras fratricidas.
San Agustín y Orígenes dicen que todos los que no aman a Dios y comenten
pecados son anticristos, por hacer obras contrarias a Cristo; aunque con mucha
razón serán llamados por este nombre los que reprenden por malo lo que a Cristo
parece bueno y aprueban por bueno lo que a Él parece malo; aborrecedores de lo
que Cristo ama y amadores de lo que Cristo aborrece, hombres al revés de Dios, de
los cuales dice Isaías: Que llaman a lo bueno malo y a lo malo bueno, poniendo la
luz por tiniebla y las tinieblas por luz.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)