Domingo XXXI del Tiempo Ordinario Ciclo A
Padre Emilio Betancur Múnera
¡NO RECARGUEMOS MAS!
En este domingo convergen todos los textos bíblicos de la liturgia: “los reproches
de Malaquías a los sacerdotes y Pablo como pastor en la carta a los tesalonicenses
una comunidad que descubre por la escucha y obediencia a la Palabra la fe que le
da vida.
DURO Y TIERNO
Si queda la impresión de Malaquías como profeta duro e irónico el Salmo 130
cantando en la liturgia nos dará mucha paz no tranquilidad que es algo muy
distinto: “Seor consérvame en tu paz, Seor mi corazn no es ambicioso, ni mis
ojos soberbios, no pretendo grandezas que superan mis alcances. Estoy Señor por
el contrario, tranquilo y en silencio como niño recién amamantada en los brazos
maternos. Que igual en el Seor esperen los hijos de Israel, ahora y siempre”.
En la misma tónica del Salmo nos encontramos con los sentimientos de ternura
que invaden a Pablo en la evangelizacin de Tesalnica: “Cuando estuvimos entre
ustedes los tratamos con la misma ternura con la que una madrea estrecha en su
regazo a sus pequeos”. “Tan grande es nuestro afecto por ustedes, que
hubiéramos querido entregarle, no solamente el evangelio de Dios, sino también
nuestra propia vida, porque han llegado a sernos muy queridos”.
Pablo utiliza en otra oportunidad la palabra “ternura”, “el servidor del Seor debe
ser tierno con todos” (2 Tim 2,24). La ternura es la virtud de los fuertes, el mejor
ejemplo son las madres, así lo propone Pablo.
En la segunda lectura Pablo enfatiza aspectos de la primera lectura: “El evangelio
de Dios”, “la Palabra de Dios”, “nosotros queremos dar el evangelio de Dios”,
“habéis recibido por nuestra boca la Palabra de Dios… y no una palabra de hombres
sino la Palabra de Dios”. Todo esto hace parte de la Alianza.
OBEDECER ES ESCUCHAR
En la carta a los Corintios Pablo habla de algo que se le impone: “Anunciar el
evangelio no es para mí un motivo de orgullo sino una necesidad que se me impone
Ay de mí si no lo anuncio!”.
“Si lo hiciera por propia iniciativa, recibiría mi salario, si no es por mi voluntad es
que me han confiado una administración. ¿cuál será pues mi salario? Anunciar de
balde la buena noticia sin hacer uso del derecho que su anuncio me confiere.
Siendo del todo libre, me hice esclavo de todos para ganar a los más posibles” (1
Cor 9,16-18).
Pablo conduce a sus auditores a la escucha de la palabra para una obediencia en la
fe, obedecer viene de ob audire, en latín. Obedecer es poner el oído a la escucha
de la palabra, es escuchar con confianza para escuchar una palabra de amor, ahí
entra en juego la libertad para llegar a la obediencia de la fe: “Por Jesucristo hemos
recibido la gracia de ser apóstoles para conducir a todos los pueblos paganos a la
obediencia de la fe, a la gloria de su nombre” (Rm 1,5).
NUEVA FUNDAMENTACIÓN
Malaquías llama a la comunidad y en ella a los sacerdotes al orden a la comunidad
de los laicos porque han profanado la Alianza y a los sacerdotes porque la han
tergiversado y pervirtiéndola; profanar y pervertir son irresponsabilidades
diferentes.
Después del retorno del exilio de Babilonia (S V año 470 A.C) hubo un relajamiento
religioso y moral inesperado en una comunidad que precisamente venía del
sufrimiento de todo tipo en el exilio en dónde habían soñado con el retorno a la
tierra donde podían volver a vivir la Alianza; pero los escuchas y servidores de la
Palabra ya no la escuchan y se han separado de ella haciendo tropezar a otros. A
la Alianza se es fiel por la palabra y su anuncio. Esta llamada de atención de
Malaquías está vigente porque no son pocos los sacerdotes que prefieren la religión
a la palabra o la utilizan no para madurar la fe sino para mantener la religión
natural, incluso para servirse materialmente de la palabra. No mantener una
formación permanente sobre la Palabra corre el riesgo de dejar la comunidad sin
nueva evangelización y hacer en la misión continental todo lo mismo que se ha
hecho antes en las misiones locales. La nueva evangelización requiere una nueva
fundamentación de la fe, entre otras cosas porque la cultura cambió, y las nuevas
propuestas sobre la fe requieren de una Palabra renovada, viva y que responda a
las necesidades, sufrimientos y expectativas: “Ceíos los lomos de la verdad,
revestid la coraza de la justicia, calzad las sandalias de la prontitud para el
evangelio de la paz. Para todo embrazad el escudo de la fe, en el que se apagarán
los dardos incendiarios del maligno. Poneos el casco de la salvación, empuñar la
espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Constantes en rezar y suplicar,
rezad en toda ocasión con Espíritu; para ello velad con perseverancia rezando por
todos los consagrados” (Ef 6,14-19).
DIOS – ALIANZA Y SERVICIO
En cuanto al pueblo de Israel de Malaquías; la comunidad cristiana de hoy tiene en
la calidad de las relaciones humanas iluminados por la fe y la justicia su lugar de
experiencia del amor de Dios.
Malaquías anota en tres puntos lo más importante de una misión: Dios es Padre, El
propone la Alianza, que se vive inseparablemente en el servicio a Dios en
Jesucristo, la fe y el servicio a los hermanos, la justicia.
Malaquías insiste en un tema de misión requerido por nuestra situación de violencia
e inequidad: “Acaso no tenemos todos un mismo Padre? Por qué, pues, nos
traicionamos entre hermanos, profanando así la Alianza de nuestros padres?
Palabra de Dios (primera lectura).
UNA MALA INFLUENCIA
Era inmensa la influencia de los escribas y fariseos en Israel, representaban la elite
social, religiosa y política, parte de su poder residía en el uso de las Escrituras para
legitimar lo que a ellos más interesaba, en el evangelio Jesús los acusa con
frecuencia de no saber utilizar las Escrituras (Mt 12,3.5; 21,16). La multitud y los
discípulos deben cumplir las Escrituras pero no la interpretación que dan los
escribas y fariseos, tampoco tienen que hacer lo que ellos dicen porque no
practican lo que dicen las Escrituras, por eso Jesús los llama hipócritas; además las
interpretaciones son enseñanzas pesadas, sobre todo, cuando se trata de los
alimentos, prescripciones sobre la pureza y normas sobre los alimentos: todo esto
entraba la misericordia y el bien. Hace parte de su conducta censurable que todo lo
hacen para que los vean, se hacen notorios en los vestidos, buscan el mejor puesto
en los banquetes y asientos en la sinagoga; exigen saludos respetuosos en lo
externo y que la gente los llame: “Rabí” (maestro).
Las trampas a que está sometida toda clase de autoridad, religiosa, política o social
son las mismas: “Dicen y no hacen, practican la autoridad como un poder que
domina y no como un servicio, utilizan la apariencia, se creen importantes y les
gustan los honores”. Esto parece ser escrito para estos días para reflexin de los
elegidos en política y los que ejercen autoridad de cualquier orden.
El tener, el saber y el poder tienen el riesgo de ser tomados como pretextos para
dominar y no para servir. Esto es una fuente de serios conflictos.
PARA SER IMPORTANTES
Después de esta enumeración el texto retoma el grupo de discípulos para decirles:
“Ustedes en cambio no dejen que los llamen “maestros” porque no tienen más que
un maestro y todos ustedes son hermanos.
Un poco antes Mateo había dicho: “sabéis que entre los paganos los gobernantes
tienen sometidos a los súbditos y los poderosos imponen su autoridad. No será así
entre nosotros; antes bien quien quiera ser grande entre vosotros que se haga
vuestro servidor, y quien quiere ser el primero, que se haga vuestro esclavo. Lo
mismo que Jesús no vino a ser servido sino a servir y a dar la vida como rescate
por todos” (Mt 20,25-28).
Continua Mateo en el evangelio de hoy “A ningún hombres sobre la tierra lo llamen
Padre de ustedes, porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se
dejen llamar guías porque el guía de ustedes es slo Cristo”.
Ahora bien para Pablo todo maestro es un servidor de la verdad en sus alumnos y
su itinerario de maduración ningún título, sagrado o profano, dice más que Padre y
maestro, ojalá retornaremos a ellos sobre todo en la Iglesia y fuera una ilusión
permanente que nos llamaran “padres”. Como memorial permanente que tenemos
un único “Padre” que está en los cielos Jesús termina diciendo: “el que se enaltece
será humillado y el que se humilla será enaltecido”. Los padres y maestros no
pertenecen al registro del castigo ni de la recompensa. No se trata del placer de ser
humildes, de hacer de humildes…mejor de experimentar la fuerza que sólo tienen la
humildad. Humidad viene de humus, tierra, y todos venimos de la tierra y nuestra
historia, las propias, están escritas en derivados de la tierra. Lo humildad es un
camino de sabiduría diferente a lo suficiencia de quien vive solo de razones. La
sabiduría de la humildad está llena de gracia de Dios y rica en pobres y ofertas de
sensatez.
LECTURAS
Malaquías 1, 14-2, 2b. 8-10
«Yo soy el Gran Rey, y mi nombre es respetado en las naciones -dice el Señor de
los ejércitos. Y ahora os toca a vosotros, sacerdotes.
Si no obedecéis y no os proponéis dar gloria a mi nombre -dice el Señor de los
ejércitos-, os enviaré mi maldición.
Os apartasteis del camino, habéis hecho tropezar a muchos en la ley, habéis
invalidado mi alianza con Leví -dice el Señor de los ejércitos-.
Pues yo os haré despreciables y viles ante el pueblo, por no haber guardado mis
caminos, y porque os fijáis en las personas al aplicar la ley.
¿No tenemos todos un solo padre? ¿No nos creó el mismo Señor?
¿Por qué, pues, el hombre despoja a su prójimo, profanando la alianza de nuestros
padres?»
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Salmo 130, 1. 2. 3
R. Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros; no pretendo grandezas
que superan mi capacidad. R.
Sino que acallo y modero mis deseos, como un niño en brazos de su madre. R.
Espere Israel en el Señor ahora y por siempre. R.
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Primera Tesalonicenses 29 7b-9. 13
Hermanos:
Os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos.
Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios,
sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor.
Recordad si no, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando día y noche
para no serle gravoso a nadie, proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios.
Ésa es la razón por la que no cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir la
palabra de Dios, que os predicamos, la acogisteis no como palabra de hombre, sino,
cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece operante en vosotros los
creyentes.
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Aleluya Mt 23, 9b. 10b
Uno solo es vuestro Padre, el del cielo, y uno solo es vuestro consejero, Cristo.
EVANGELIO
Mateo 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: -«En la
cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo
que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que
dicen.
Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros,
pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan
las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los
asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la
gente los llame maestros.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro
maestro, y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el
del cielo.
No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. »