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III semana de Pascua (Año Par)
Sábado
Jn 6, 60-69
Señor, ¿A quién remos? Tú tienes palabras de vida eterna . Esta es la
respuesta. La respuesta de Pedro, el primero de los Apóstoles, a quien Cristo
encomendó su Iglesia. Es la respuesta de la Iglesia y por eso también de todos
vosotros, jóvenes romanos que por el bautismo sois miembros de la Iglesia.
Cuando, considerando demasiado duro su lenguaje, muchos de sus discípulos
lo abandonaron, Jesús preguntó a los pocos que habían quedado: “¿También
ustedes quieren marcharse?”, le respondió Pedro: “Señor, ¿a quién iremos? Tú
tienes palabras de vida eterna” (Jn 6, 67-68). Y optaron por permanecer con él. Se
quedaron porque el Maestro tenía palabras de vida eterna , palabras que, mientras
prometían la eternidad, daban pleno sentido a la vida.
Señor, ¿A quién remos? La meta y el término de nuestra vida es él, Cristo, que
nos espera, a cada uno y a todos juntos, para guiarnos más allá de los confines del
tiempo en el abrazo eterno del Dios que nos ama.
Cristo tiene “palabras de vida eterna”. Sus palabras duran para siempre y,
sobre todo, nos abren las puertas de la vida eterna . Cuando Dios habla, sus
palabras dan la vida, llaman a la existencia, orientan el camino y confortan los
corazones defraudados y extraviados, infundiéndoles nueva esperanza.
Quien cree en Cristo, quien confía en él y se deja guiar por sus palabras,
puede decir con Pedro, según el Evangelio de hoy: “Señor, tú tienes palabras de
vida eterna”. Sí; la palabra de Jesús es verdaderamente espíritu y vida, vida divina
para nosotros.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)