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V semana de Pascua (Año Par)
Jueves
Jn 15, 9-11
Permanezcan en mi amor para que su alegría sea plena. “ Si cumplen mis
mandamientos, permanecerán en mi amor” (Jn 15, 10). Y el mandamiento del
Señor, necesario para permanecer en él, no es otro que el del amor, que Jesús
mismo (cf. Jn 13, 34) califica como “nuevo”. “Ámense los unos a los otros como yo
los he amado” ( Jn 15, 12).
¿En dónde está la novedad de este mandamiento? En la antigüedad las
personas se amaban porque había un vínculo entre ellas, que podía ser de sangre,
de amistad, de clase. Con Jesús el término “otros” se alarga hasta comprender no
sólo al cercano, aquel con quien hay un vínculo, sino a todos, incluso al enemigo o
al que nos causa el mal. Es, pues, un mandamiento nuevo porque es nuevo su
contenido.
Jesús quiere que sus discípulos “permanezcan” en el amor que él les tiene;
pero esto sólo es posible si demuestran responder a su amor, cumpliendo todo lo
que él les ha enseñado y mandado.
Esta relación mutua de amor es fuente de alegría para Jesús y él la transmite
con abundancia a sus discípulos. La reciprocidad de amor y de alegría entre Jesús y
los suyos debe extenderse también a los discípulos entre sí: amarse unos a otros
con el mismo amor con que él los ha amado. Entonces se llega a ser “amigos de
Jesús”, porque a través de la circulación de amor se realiza una profunda
experiencia de Dios.
Permanezcan, pues, con Él, asuman sus mismos sentimientos, identifíquense
con su afán por hacer en todo momento la voluntad del Padre, imiten su entrega
generosa y déjense conquistar por su amor sin límites.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)