De ellos es el reino de los cielos
2011-11-01
Evangelio
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 1-12
En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó.
Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles,
hablándoles así:
«Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos
los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos, porque heredarán la
tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios
de corazón, porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se
les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque
de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los
persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de
contento, porque su premio será grande en los cielos». Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, dichoso soy porque hoy puedo dirigirme a Ti para que me ilumines y ayudes
a vivir con alegría las bienaventuranzas, camino seguro para la salvación eterna y
la felicidad en mi día a día.
Petición
«Cuando venga la multitud de tus santos, oh Señor, ¡cómo quisiera estar entre
ellos!».
Meditación
De ellos es el reino de los cielos
«La solemnidad de Todos los Santos se fue consolidando durante el primer milenio
cristiano como celebración colectiva de los mártires. En el año 609, en Roma, el
Papa Bonifacio IV consagró el Panteón, dedicándolo a la Virgen María y a todos los
mártires. Por lo demás, podemos entender este martirio en sentido amplio, es
decir, como amor a Cristo sin reservas, amor que se expresa en la entrega total de
sí a Dios y a los hermanos. Esta meta espiritual, a la que tienden todos los
bautizados, se alcanza siguiendo el camino de las "bienaventuranzas" evangélicas,
que la liturgia nos indica en la solemnidad de hoy. Es el mismo camino trazado por
Jesús y que los santos y santas se han esforzado por recorrer, aun conscientes de
sus límites humanos.
En su existencia terrena han sido pobres de espíritu, han sentido dolor por los
pecados, han sido mansos, han tenido hambre y sed de justicia, han sido
misericordiosos, limpios de corazón, han trabajado por la paz y han sido
perseguidos por causa de la justicia. Y Dios los ha hecho partícipes de su misma
felicidad: la gustaron anticipadamente en este mundo y, en el más allá, gozan de
ella en plenitud. Ahora han sido consolados, han heredado la tierra, han sido
saciados, perdonados, ven a Dios, de quien son hijos. En una palabra: "de ellos es
el reino de los cielos"» (Benedicto XVI, 1 de noviembre de 2008).
Reflexión apostólica
«Por el bautismo, el cristiano es revestido de Cristo y participa de la novedad de su
vida. El bautizado es ya un hombre nuevo, pero tiene delante de sí la tarea de
colaborar con la gracia para llegar “al estado de hombre perfecto, a la madurez de
la plenitud de Cristo”» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n.
120).
Propósito
Ante Cristo Eucaristía pedir la sabiduría y fortaleza para vivir las bienaventuranzas.
Diálogo con Cristo
Señor Jesús, ¡qué ideal tan alto me propones! Qué metas tan opuestas a lo que el
mundo y sus medios de comunicación me ofrecen. Es un camino difícil de recorrer
porque bien conoces mi debilidad, mi angustia por lo pasajero, mi apego a lo
intrascendente. Pero confío en que Tú me darás todo lo necesario para perseverar.
Gracias por darme al Regnum Christi y a tantos hombres y mujeres santos, que me
confirman que éste es un estilo de vida que puedo vivir.
«No le tengas miedo a Cristo; no le tengas miedo a tu posible vocación; no te
acobardes ante las perspectivas de lucha y de sacrificio que alborean en el futuro
de tu vida.
Con Cristo todo lo podrás; con Cristo serás el ser humano más feliz y dichoso; con
Cristo lo tienes todo»
( Cristo al centro, n. 2230).