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VII semana de Pascua (Año Par)
Lunes
Jn 16, 29-33
Tengan valor, porque yo he vencido al mundo . Con Cristo, con la fuerza de su
presencia y de su Espíritu, hemos de proseguir nuestro diario caminar con la
esperanza puesta en el poder del Dios de la misericordia y de la gracia.
El Papa Juan XXIII dijo en cierta ocasión: “Quien cree no tiembla, porque, al
tener temor de Dios, que es bueno, no debe tener miedo del mundo y del futuro”. Y
el profeta Isaías dice: “Fortalezcan las manos débiles, afiancen las rodillas
vacilantes. Digan a los de corazón intranquilo: ¡Ánimo, no teman!" (Is 35, 3-4).
Nuestro principal motivo de esperanza es Jesucristo. Debemos tener
confianza. Con Cristo ya hemos vencido a la muerte. Con él ya hemos resucitado, y
con él ya hemos ascendido. El único Señor y Salvador hoy nos dice las palabras que
pronunció en la última tarde de su vida terrena, cuando dijo a sus
Apóstoles: “¡Ánimo! Yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33). “Yo estoy con ustedes
hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20). Son palabras de Dios. Son palabras que ningún
hombre podrá jamás borrar. Con esta íntima certeza, miremos serenos al futuro,
sin dejar de orar y trabajar por un mundo mejor, más humano, más cristiano.
No olvidemos que el Buen Pastor nos acompaña incluso en la muerte y que
con su vara y su cayado nos da seguridad, de modo que “nada temo” (cf. Sal 23,
4): esta es la esperanza que ha de brotar siempre en la vida de los creyentes.
Como María, como José, confiemos siempre en Aquel que nos ha dicho: Tengan
valor, porque yo he vencido al mundo .
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)