¿Qué es lo que me han contado de ti?, Y el señor alabó a este administrador
deshonesto, por haber obrado tan hábilmente.
Lc 16, 1-8
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. BUSCAR FUTUROS AMIGOS A COSTA DE UN FRAUDE
Esta narración solo la trae el evangelio de Lucas, es propio de una historia parabólica e
imaginaria. No es una alegoría, ya que los elementos que utiliza son del mundo natural e
incluso verosímil. En todo caso es bastante extraña esta propuesta la de buscar futuros
amigos a costa de un fraude. Casi parece un enigma o incógnita.
Pero no por ello vamos a no considerarla, al contrario, buscaremos descubrir la enseñanza.
Como método pedagógico, en la estructura de las parábolas puede haber elementos
irreales, sin que exijan una interpretación alegórica, ya que se los utiliza para acusar más el
relieve de la doctrina que trata de exponerse. Como aquí.
2. UN ADMINISTRADOR INFIEL VA A SER DESTITUIDO
La trama es sencilla. Un administrador infiel va a ser destituido. Con ello, su fama y porvenir
se hunden. La narración no resalta otros detalles intermedios, que podían suponerse; pero
son elementos que no interesan a la finalidad propuesta. Este hombre, antes de ir a su
dueño a rendir cuentas, se previene para el futuro, haciendo favores con fraude, ya que
debe ser hombre débil que no puede ponerse a trabajar, y el mendigar le avergüenza: les
rebaja en las cuentas parte de lo que debían.
3. NUESTRA VIDA, NO ES NUESTRA, ES DE DIOS
Una cosa es cierta, no siempre nos parece buena idea dar cuenta de lo que hemos hecho,
parece que nos gusta poco que se metan en la forma como manejamos nuestra vida.
También tenemos temor que se analice los distintos aspectos de nuestros actos, como si no
estuviéramos seguros si lo hemos realizado bien.
Pero resulta que nuestra vida, no es nuestra, es de Dios y El nos ha dado gratis muchas
cosas, nos ha entregado talentos, dones, virtudes, cualidades y El si puede exigirnos dar
cuenta de cómo lo hemos hecho, en especial, que la proyectemos y la compartamos con el
prójimo.
Bajo esta perspectiva anterior, vemos que es necesario hacer una revisión de cómo
estamos en nuestra rendición de cuentas, de nuestros pensamientos y acciones, es decir
como lo hemos hecho en nuestro rol de administrador de lo bienes que nos ha dado Dios, y
teniendo en consideración, que no conocemos el momento en el cual nos pueden llamar a
dar cuentas.
4. EL SABER ADMINISTRAR LAS RIQUEZAS, LOS BIENES MATERIALES, DE TAL
MANERA QUE TRAIGAN GRAN PROVECHO EN EL REINO
Y Dios nos tiene bien advertido, “estén preparado porque el Hijo del Hombre vendrá en la
hora menos pensada” (Mt. 24,24)
Entonces la aplicación de este fragmento del Evangelio, se hace a un caso concreto: el
saber administrar las riquezas, los bienes materiales, de tal manera que traigan gran
provecho en el Reino: probablemente alude de una manera específica a la limosna, ya que
el tema es de riquezas.
Dice el este relato: El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido
con habilidad, por eso cuando el amo se enteró de esta astucia final de su mayordomo,
alabó al mayordomo infiel por haber obrado hábilmente.
5. LOS QUE PERTENECEN A ESTE MUNDO SON MÁS HÁBILES
Y en el último versículo dice: Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en
sus negocios que los que pertenecen a la luz.
Y Cristo saca explícitamente la lección: “los hijos de este siglo son más avisados en el trato
con los suyos que los hijos de la luz” para sus obras religiosas. Esta es la doctrina e intento
directo: la necesidad de esmerarse sumamente en lograr el mayor provecho en la vida del
Reino.
Hoy nosotros somos los hijos de la Luz , pero no siempre nos comportamos como tal.
Nuestra Luz es esa que nos dijo Jesucristo, “Yo soy la Luz del Mundo”
Pero también hay hijos de este mundo, muchos de ellos escalan con rapidez lo que ellos
llaman “posición”, sea esta política, económica o social y a muchos les resulta un arduo
trabajo este paso a paso para tener una posición mas alta, y hacen su vida una pasión por
conservar sus bienes y aumentarlos.
6. LA OBTENCIÓN DE BENEFICIOS DE LOS BIENES QUE DIOS NOS HA DADO
He aquí una paradoja, porque es un hecho extraño, absurdo u opuesto a la opinión o al
sentir de un cristiano, somos hijos de la luz, y que poco empeño ponemos en la obtención
de beneficios de los bienes que Dios nos ha dado, y que poco interés de servirnos de los
medios que tenemos para el logro del bienes de nuestro espíritu. A modo de ejemplo,
sucede a veces que estamos más preocupados por un regalo desmedido, vana ostentación,
más que por tantas obras de caridad que necesitan de lo que tenemos. Y es un
contrasentido, saber que hemos recibido de Dios cualidades especiales para emplearla en
bien del prójimo y que difícil nos resulta administrar este bien.
Es una actitud espiritual sobre lo que somos nosotros y lo que tenemos. Si no lo hemos
hecho, es hora de darse cuenta de que todo lo que nosotros somos y todo lo que poseemos
son regalos generosamente entregados a nosotros por un Dios que nos ama y que nos
llama a mantener una relación con El. No poseemos nada -ni siquiera la vida misma- que no
haya sido un regalo de Dios. Y con esta comprensión viene tanto un deseo de devolver de
alguna manera, como acción de gracias, una parte de todo lo que nos ha sido dado, así
como también una creciente conciencia de nuestra responsabilidad de usar sabiamente
esos regalos. La buena administración de nuestro tiempo para dedicarse a Dios, es una
actitud de gratitud sensible y responsable.
7. SOMOS AMADOS Y LLAMADOS A MANTENER UNA RELACIÓN CON CRISTO
Antes que nada la administración de nuestro tiempo, talento y tesoro como Bienes de Dios
empieza con una relación, somos amados y llamados a mantener una relación con Cristo,
por tanto, la medida de nuestra fidelidad a esa relación, será el resultado palpable y visible
del anhelo de devolver a Dios lo que a El le pertenece.
Contemplando a Cristo, no dejemos de reconocer lo mucho que nos ama, El reconoce que
Mientras más amamos, más deseamos dar de nosotros mismos en nuestra tarea de
administrador de sus bienes.
El Señor les Bendiga