Lectio Divina: 32º domingo de Tiempo Ordinario A
Autor: P. Chuno, C.M.
Ambientación:
Sabias son aquellas cinco muchachas prudentes y previsoras que van al encuentro
del novio con sus lámparas encendidas. Su actitud sensata, hecha de fe activa, es
la que deben encarnar hoy los miembros de la Iglesia mientras esperan el regreso
de su Esposo.
Oración inicial
Señor Jesús
Tú nos invitas a estar preparados, vigilantes,
atentos y dispuestos a tu venida;
Tú nos invitas a vivir nuestra vida
de manera consciente sabiendo que seguirte a ti
implica asumir tus enseñanzas y hacerlas vida.
Ayúdanos Señor,
a comprender que la vida es una tarea,
es una misión que requiere nuestra participación consciente
y que la debemos vivir
iluminados y guiados por tu Palabra,
de tal manera que actualicemos en nuestra vida
tus proyectos y tu manera de ser,
para que cuando vuelvas nos encuentres
con nuestras lámparas llenas de aceite,
encendidas e iluminando nuestra vida,
viviendo y testimoniando tu Palabra,
siendo presencia viva de tu amor.
I. Lectio: ¿Qué me dice el texto?
Mateo 25, 1-13
Motivación: Los últimos domingos del año litúrgico nos invitan a reflexionar sobre
los acontecinientos finales de la vida humana y de la historia: la muerte, la segunda
venida de Cristo, el juicio. Tras el lenguaje de las parábolas se esconde una
invitación esperanzada a vivir el día con la mirada puesta en ese encuentro
definitivo con el Señor. Escuchemos.
1.Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2.Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
•Con qué compara, Jesús, el Reino de los cielos?
•Con qué adjetivos caracteriza Jesús a las jvenes de la parábola?
•Por qué razn las “necias” no participan del banquete nupcial?
•Cuál es el mensaje final de la parábola?
Otros textos bíblicos para confrontar: Lucas 12,35-36; 13, 25-27; Mateo 7,23; 24,
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II: Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el texto?
Motivación: La última venida de Cristo nos invita a estar preparados para un
encuentro que, en todo caso, tendrá lugar a la hora de la muerte. Vivir el presente
con responsabilidad, traduciendo en obras de amor la fe y la esperanza que nos
animan, es la actitud verdaderamente sensata del que mantiene su lámpara
siempre encendida.
•Qué importancia le doy a mi preparacin para la vida futura?, ¿es algo que me
interesa y que lo tengo siempre presente?
•Si tuviera que compararme, ya sea con las vírgenes prudentes o con las necias,
¿con cuál me identificaría?, ¿qué es aquello que me lleva a sentirme identificado
con ellas?
•Qué estoy haciendo para que la llegada del Señor, no me tome desprevenido y
sin preparación?
•Si tuviera la oportunidad de saber el día y la hora de la llegada del Seor,
¿cambiaría en algo mi actitud y mi disposición en la vida?, ¿de qué manera?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: la oración es signo de esperanza activa y nos ayuda a mantener
siempre encendida y operante la lámpara de nuestra fe.
•Luego de un tiempo de oracin personal, podemos compartir en voz alta nuestra
oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o
la súplica confiada.
•Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo
(Salmo 62).
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente mismo explica a las Hijas de la Caridad el texto que
hemos meditado:
Esta parábola nos dice que todas eran vírgenes; ¡y resulta que la mitad se van al
infierno! ¿No tienen motivos para tener miedo, sobre todo las que se encuentran en
la misma situación que aquellas necias? ¿No tienen motivos para preguntarse cada
una si tendrán la desgracia de que Dios las considere como a aquellas pobres
miserables? Las que tenían la lámpara encendida fueron llevadas al paraíso, pero
las que no tenían aceite en sus lámparas fueron rechazadas. Del mismo modo, mis
queridas hermanas, aquellas de ustedes que no tengan el aceite de la caridad
deben tener mucho miedo de ser de ese número. Las que no cumplen como deben
con la observancia de sus reglas y sienten una voz interior que les dice: “Si yo vivo
de ese modo y no mortifico mis pasiones, estoy perdida”, esas, Dios mío!, tienen
que hacer todo lo posible por salir de ese estado.
Esta es, hijas mías, una hermosa lección que nos ofrece el evangelio de hoy. ¿Y qué
hemos de hacer para aprovecharnos de ella? Hay que obrar de manera que seamos
del número de las prudentes, viviendo como ellas vivieron, y salir del estado en que
se encontraron aquellas desventuradas. (IX,1140)
Compromiso:
•Trataré de buscar a algún hermano que se ha dormido en el sueo de este mundo,
y que ha dejado a Dios de lado en su vida.
Oración final
Como esas vírgenes te estamos esperando,
como ellas no sabemos
el momento de tu llegada
pero sabemos que vendrás
y que llegarás al momento menos pensado,
por eso, es que te pedimos
que nos ayudes a estar preparados,
a estar atentos y bien dispuestos
para que tu llegada sea motivo
de alegría y de gozo
y no de llanto y tristeza.
Danos Señor tu gracia
para que vivamos con alegría nuestra
búsqueda de ti.
Que así sea.
Con permiso de somos.vicencianos.org