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XI semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Miércoles
Mt 6, 1-6. 16-18
Tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará . El Evangelio subraya que el
Seor “ve en lo secreto”, es decir, escruta el corazn. Los gestos externos de
penitencia tienen valor si son expresión de una actitud interior, si manifiestan la
firme voluntad de apartarse del mal y recorrer la senda del bien. Por consiguiente,
nuestro Salvador nos quiere decir que Dios conoce los deseos y los pensamientos
del corazón; y que la vida cristiana se centra en la imitación de Cristo, en tomar su
yugo y seguirlo por el camino del Evangelio.
Desde siempre, la Iglesia señala algunos medios adecuados para caminar por
esta senda. Ante todo, la humilde y dócil adhesión a la voluntad de Dios,
acompañada por una oración incesante; las formas penitenciales típicas de la
tradición cristiana, como la abstinencia, el ayuno, la mortificación y la renuncia
incluso a bienes de por sí legítimos; y los gestos concretos de acogida con respecto
al prjimo, que el pasaje evangélico de hoy evoca con la palabra „limosna‟.
Cuando Jesús dice: “…entra en tu cámara y cierra la puerta”, indica que es
indispensable entrar en sí mismo, en el propio „yo‟ interior, para encontrarse con el
Padre. ¡Dios espera esto para acercarse al hombre interiormente recogido y, a la
vez, abierto a su palabra y a su amor! Dios desea comunicarse al alma así
dispuesta. Desea darle la verdad y el amor que tienen en Él la verdadera fuente.
Que María, Madre y Esclava fiel del Seor, nos ayude a proseguir la “batalla
espiritual” de nuestra vida cristiana, armados con la oración, el ayuno y la práctica
de la limosna, cerrada la puerta para que nuestro Padre que ve en lo escondido,
nos recompense.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)