Comentario al evangelio del Jueves 10 de Noviembre del 2011
Queridos hermanos, paz y bien.
Hablábamos ayer de la santidad. Celebrar la memoria de los santos nos recuerda siempre que estamos
llamados a esa santidad. Gente como tú y como yo, hombres, mujeres, casados, solteros, pobres, ricos,
universitarios, gente sin educación, jóvenes, viejos… Santos hay de todos los tamaños, edades y colores.
Lo importante es estar en contacto, si es posible diario, con Dios, para saber qué quiere de nosotros.
Como hizo san León Magno . Eran tiempos duros para la Iglesia. Lo mismo que, quizá, podemos
también pensar hoy.
Intentar vivir santamente, en medio de las dificultades del mundo, no es tan difícil, si nos creemos las
palabras de Jesús, El reino de Dios está dentro de vosotros. Jesús nos recuerda hoy esta gran verdad.
No hay que ir muy lejos, para encontrar el Reino de Dios. Es una gran tentación, incluso de la gente de
Iglesia, pensar que no es el momento para trabajar por el Reino. Dentro de unos años, cuando termine
la carrera . En el futuro, cuando tenga un buen trabajo . Cuando los niños sean grandes . Cuando me
destinen a otra comunidad religiosa . La tentación del “futurismo” nos impide, aquí y ahora,
dedicarnos a la causa de Jesús. Esperamos señales, buscamos signos en el cielo, nos aferramos a lo que
se ha hecho siempre, y no nos damos cuenta de que se va pasando el tiempo.
Puede ser que nos hayamos decidido a formar parte del equipo de Jesús, pero los agobios de cada día
nos vayan retrayendo; nos parece que las dificultades son insuperables. Que el Reino está cada vez más
y más lejos. Incluso, es posible que nos miren mal, que le parezcamos a la gente bichos raros . También
en este sentido, Jesús habla muy clarito: Pero, antes, (al Hijo del Hombre) le es preciso padecer
mucho y ser reprobado por esta generación . El discípulo no es más que su Maestro, y si a Jesús no le
entendieron, es fácil que a nosotros tampoco nos entiendan.
Se trata de vivir con sencillez, sabiendo que cada uno tiene que hacer su aportación, arrojar su gotita de
agua en el océano del mundo. Con confianza, con alegría, sabiendo que Dios hace las cosas mejor de lo
que nosotros podemos pensar. A veces, a pesar de nosotros mismos. Dale tiempo a dios, reza un poco
cada día, para poder sentir que el Reino está dentro de ti, y que tú puedes participar en su desarrollo.
HOFETZ CHAIM
En el siglo pasado, un turista de los Estados Unidos visitó al famoso rabino polaco Hofetz Chaim. Y se
quedó asombrado al ver que la casa del rabino consistía sencillamente en una habitación atestada de
libros. El único mobiliario lo constituían una mesa y una banqueta.
«Rabino, ¿dónde están tus muebles?» preguntó el turista.
«¿Dónde están los tuyos?», replicó Hofetz.
«¿Los míos? Pero si yo sólo soy un visitante... Estoy aquí de paso...», dijo el americano.
«Lo mismo que yo», dijo el rabino.
Cuando alguien comienza a vivir más y más profundamente, vive también más
sencillamente. Por desgracia, la vida sencilla no siempre conlleva profundidad.
Vuestro hermano en la fe,
Alejandro, C.M.F.
Alejandro Carbajo, cmf