Comentario al evangelio del Sábado 12 de Noviembre del 2011
Queridos hermanos, paz y bien.
Hoy las lecturas nos presentan diversos puntos para la reflexión. La justicia y la fe, por ejemplo.
Sobre la justicia, independientemente de lo que pensemos del juez inicuo, hay que decir que era un
hombre práctico. Sus motivaciones no eran muy puras, pero al final se produce un resultado justo.
Todo por la insistencia de la pobre viuda, una persona sin derechos en Israel. No estaría de más
preguntarnos hoy por qué hacemos las cosas, por qué participamos de la liturgia, o mejor, cómo
participamos. ¿Vamos a la Eucaristía porque toca, o porque de verdad es algo importante para
nosotros? ¿Nos falta algo, cuando no podemos asistir, o sólo vamos cuando nos llevan a rastras, y
además vamos con cara de entierro? Si nuestra motivación está al 50%, no vamos mal. Otro ejemplo.
¿Rezamos porque queremos estar en relación con un Amigo que nos ama, o lo hacemos porque
tenemos miedo de que nos castigue, si no cumplimos con lo prescrito? Ya veis, es un buen día para
pensar en la motivaciones, en por qué hacemos las cosas.
Y luego está la fe. Terrible pregunta. ¿Encontrará Cristo fe en la tierra cuando vuelva? Quiero pensar
que sí, a pesar de lo que se puede ver en las estadísticas, sobre el descenso de creyentes en algunos
países. En Rusia se mantuvo la fe, a pesar de los pesares y del comunismo, gracias a la gente sencilla,
las babushkas , las abuelas que se encargaron de bautizar a los hijos, primero, y a los nietos, después.
Gracias a ellas, estamos hoy aquí. Dice el refrán que Dios aprieta, pero no ahoga . Parece que es así.
Cuando hay alguna catástrofe, terremoto, maremoto o algún otro “ oto ”, es increíble la generosidad con
que la gente responde. La sensibilidad ante la desgracia ajena sigue activada.
Tenemos también hoy la posibilidad de mirar nuestra fe. Pasarla por el filtro de la Palabra de Dios y
comprobar si nos hace falta algún cambio. Comprobando nuestras motivaciones y revisando nuestra fe,
podemos seguir avanzando por el camino de la vida espiritual. No hay motivo para enorgullecerse, si
estamos muy avanzados, y no se puede perder la esperanza, si sentimos que estamos muy atrasados. En
todo caso, la fe y la vida espiritual son regalos de Dios. Y a veces, a Dios le gusta esconderse, para
luego mostrarse de nuevo, y mostrándose, despierta en nosotros el deseo de seguir buscando. Como lo
hace en los santos.
A lo largo de la semana hemos tenido el recuerdo de muchos santos, y terminamos con otro, San
Josafat . El Papa ha declarado a San Josafat patrono de los que trabajan por la unión de los cristianos.
La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos (Tertuliano). Para los que vivimos en el este,
en países de minoría católica, es un buen ejemplo a seguir. Lo del martirio, no sé, lo de trabajar por la
unión de los cristianos, sí. Porque por la unión de los cristianos hay que rezar no sólo del 18 al 25 de
enero, sino todos los días del año. Que lo valiente no quita lo cortés.
Vuestro hermano en la fe,
Alejandro, C.M.F.
Alejandro Carbajo, cmf