EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Jesucristo, Rey del Universo - Solemnidad
Libro de Ezequiel 34,11-12.15-17.
Porque así habla el Señor: ¡Aquí estoy yo! Yo mismo voy a buscar mi rebaño y me
ocuparé de él.
Como el pastor se ocupa de su rebaño cuando está en medio de sus ovejas
dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las libraré de todos los lugares donde se
habían dispersado, en un día de nubes y tinieblas.
Yo mismo apacentaré a mis ovejas y las llevaré a descansar -oráculo del Señor-.
Buscaré a la oveja perdida, haré volver a la descarriada, vendaré a la herida y
curaré a la enferma, pero exterminaré a la que está gorda y robusta. Yo las
apacentaré con justicia.
En cuanto a ustedes, ovejas de mi rebaño, así habla el Señor: Yo voy a juzgar entre
oveja y oveja, entre carneros y chivos.
Salmo 23(22),1-2a.2b-3.5.6.
Salmo de David. El señor es mi pastor, nada me puede faltar.
El me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas
El me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas
y repara mis fuerzas; me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre.
Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y
mi copa rebosa.
Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa
del Señor, por muy largo tiempo.
Carta I de San Pablo a los Corintios 15,20-26.28.
Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos.
Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de
un hombre viene la resurrección.
En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo,
cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos, luego,
aquellos que estén unidos a él en el momento de su Venida.
En seguida vendrá el fin, cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el Padre, después
de haber aniquilado todo Principado, Dominio y Poder.
Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo
de sus pies.
El último enemigo que será vencido es la muerte,
Y cuando el universo entero le sea sometido, el mismo Hijo se someterá también a
aquel que le sometió todas las cosas, a fin de que Dios sea todo en todos.
Evangelio según San Mateo 25,31-46.
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se
sentará en su trono glorioso.
Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros,
como el pastor separa las ovejas de los cabritos,
y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre,
y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo,
porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de
beber; estaba de paso, y me alojaron;
desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver'.
Los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de
comer; sediento, y te dimos de beber?
¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos?
¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?'.
Y el Rey les responderá: 'Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más
pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo'.
Luego dirá a los de su izquierda: 'Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno
que fue preparado para el demonio y sus ángeles,
porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron
de beber;
estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y
no me visitaron'.
Estos, a su vez, le preguntarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento,
de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?'.
Y él les responderá: 'Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más
pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo'.
Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna".
comentario del Evangelio por
San Hilario (v. 315-367), obispo de Poitiers y doctor de la Iglesia
La Trinidad, 11, 38-39
Heredad el Reino preparado para vosotros, antes de la creación del mundo
«Cristo devolverá el Reino a su Padre" dice san Pablo (1Co 15,28), no en el
sentido, de que renunciará a su poder al entregarle su Reino, sino que seremos
nosotros el Reino de Dios, cuando seamos conformes a su gloria... será a nosotros
a quién nos devolverá a Dios, después de habernos constituido «Reino de Dios"
para glorificación de su cuerpo. Somos nosotros a los que entregará al Padre, como
Reino, según lo que se dice en el Evangelio: «Venid, benditos de mi Padre, tomad
posesión del Reino que os ha sido preparado desde la creación del mundo».
«Los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre » (Mt 13,43). Porque
el Hijo entregará a Dios, como su Reino, a aquellos que han sido invitados, a
aquellos a quienes se les ha prometido la bienaventuranza propia de este misterio
con estas palabras: "Bienaventurados los límpios de corazón, porque ellos verán
Dios" (Mt 5,8)... Cristo entrega a Dios el Reino, y también a aquellos que entrega a
su Padre como estando en su Reino ven Dios. El Señor mismo declaró a sus
apóstoles, en qué consiste dicho Reino: »El Reino de Dios está dentro de vosotros"
(Lc 17,21).
Y si alguno desea saber, quién es el que entrega el Reino, que escuche:
«Cristo ha resucitado de entre los muertos, y es primicia de los que han muerto. Si
por un hombre vino la muerte, por un hombre vino la resurrección» (1Co 15,20-
21). Todo esto se refiere al misterio de su Cuerpo, ya que Cristo es el primer
resucitado de entre los muertos... Por consiguiente, todo esto, es para el progreso
de la humanidad asumida por Cristo ya que "Dios será todo en todos «(1Co 15,28).
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”