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XIII Semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Viernes
Mt 9, 9-13
" No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Orígenes habla,
al respecto, de una terapia divina, que el Señor realiza a través de su palabra y
mediante la obra de curación de Cristo: “Como para el cuerpo Dios preparó los
remedios de las hierbas terapéuticas sabiamente mezcladas, así también para el
alma preparó medicinas con las palabras que infundió, esparciéndolas en las divinas
Escrituras. (...) Dios dio también otra actividad médica, cuyo Médico principal es el
Salvador, el cual dice de sí mismo: „No son los sanos los que tienen necesidad de
médico, sino los enfermos‟. Él era el médico por excelencia, capaz de curar
cualquier debilidad, cualquier enfermedad” (Homilías sobre los Salmos, Florencia
1991, pp. 247-249).
En todos los Evangelios, vemos que Jesús amaba de modo especial a los que
habían tomado decisiones erróneas, ya que una vez reconocida su equivocación,
eran los que mejor se abrían a su mensaje de salvación.
De hecho, Jesús fue criticado frecuentemente por aquellos miembros de la
sociedad, que se tenían por justos, porque pasaba demasiado tiempo con gente de
esa clase. Preguntaban, ¿cómo es que su maestro come con publicanos y
pecadores? Él les respondió: “No tienen necesidad de médico los sanos, sino los
enfermos... No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores” (Mt 9, 11-13).
Los que querían reconstruir sus vidas eran los más disponibles para escuchar a
Jesús y a ser sus discípulos. Nosotros podemos seguir sus pasos; también nosotros,
de modo particular, podemos acercaros particularmente a Jesús precisamente
porque diariamente decidimos volver a Él, caminar con Él. Podemos estar seguros
que, a igual que el padre en el relato del hijo pródigo, Jesús nos recibe con los
brazos abiertos.
Sabemos que en la parábola del Hijo pródigo, lo que más se destaca es la
acogida festiva y amorosa del padre al hijo que regresa: signo de la misericordia de
Dios, siempre dispuesto a perdonar. Como hemos escuchado la respuesta de Jesús
ante las críticas de los de su tiempo: " No tienen necesidad de médico los sanos,
sino los enfermos, misericordia quiero y no sacrificios.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)