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XV Semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Jueves
Mt 11, 28-30
Soy manso y humilde de corazón . La humildad y la mansedumbre, dos
virtudes, que nos hablan de la identidad de Jesús, dos virtudes muy queridas del
Señor. El que Dios se haya querido manifestar y haya querido convivir con nosotros
en humildad absoluta es algo que altera y transforma totalmente nuestros juicios
sobre nosotros mismos y sobre nuestra relación con las cosas y con los
acontecimientos del mundo. “Aprendan de mí, que soy manso y humilde de
corazón” (Mt 11, 29).
Y san Pablo a los filipenses enseña (2, 5-11): “Tengan los mismos
sentimientos que tuvo Cristo Jesús, quien, existiendo en forma de Dios, no reputó
como botín (codiciable) ser igual a Dios, antes se anonadó, tomando forma de
siervo y haciéndose semejante a los hombres; y en la condición de hombre se
humilló, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz, por lo cual Dios le
exaltó y le otorgó un nombre sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús
doble la rodilla todo cuanto hay en los cielos, en la tierra y en las regiones
subterráneas, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor para gloria de Dios
Padre”.
Por esto Juan Pablo I, decía que una virtud muy querida del Señor es la
humildad: “aprendan de mí que soy manso y humilde de corazn”. Y aadía: “Corro
el riesgo de decir un despropósito. Pero lo digo: el Señor ama tanto la humildad
que a veces permite pecados graves. ¿Para qué? Para que quienes los han cometido
-estos pecados, digo- después de arrepentirse lleguen a ser humildes. No vienen
ganas de creerse medio santos, medio ángeles, cuando se sabe que se han
cometido faltas graves.
Juan Pablo I, también decía en la misma ocasión: “Aun si han hecho cosas
grandes, digan: siervos inútiles somos”. Y agregaba: “En cambio la tendencia de
todos nosotros es más bien lo contrario: ponerse en primera fila. Humildes,
humildes: es la virtud cristiana que a todos toca”. (Audiencia general, 6 de
septiembre de 1978).
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)