Vivir el presente proyectado hacia el futuro
2011-11-10
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 20-25
En aquel tiempo, los fariseos le preguntaron a Jesús: «¿Cuándo llegará el Reino de
Dios?». Jesús les respondió: «El Reino de Dios no llega aparatosamente. No se
podrá decir: “Está aquí” o “Está allá”, porque el Reino de Dios ya está entre
ustedes».
Les dijo entonces a sus discípulos: «Llegará un tiempo en que ustedes desearán
disfrutar siquiera un solo día de la presencia del Hijo del hombre y no podrán.
Entonces les dirán: “Está aquí” o “Está allá”, pero no vayan corriendo a ver, pues
así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del cielo, así será la
venida del Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser
rechazado por los hombres de esta generación». Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor Jesús, para vivir unido a Ti de modo real, personal y constante, necesito
alimentar esta unión por medio de la vida de gracia y la identificación de mi
voluntad con la tuya, en esta meditación y durante toda mi vida. ¡Ven Espíritu
Santo y haz esto posible!
Petición
Jesús, dame la gracia de orar y de hablar contigo de corazón a corazón.
Meditación
Vivir el presente proyectado hacia el futuro
«La esperanza marca el camino de la humanidad, pero para los cristianos está
animada por una certeza: el Señor está presente a lo largo de nuestra vida, nos
acompaña y un día enjugará también nuestras lágrimas. Un día, no lejano, todo
encontrará su cumplimiento en el reino de Dios, reino de justicia y de paz.
Existen maneras muy distintas de esperar. Si el tiempo no está lleno de un
presente cargado de sentido, la espera puede resultar insoportable; si se espera
algo, pero en este momento no hay nada, es decir, si el presente está vacío, cada
instante que pasa parece exageradamente largo, y la espera se transforma en un
peso demasiado grande, porque el futuro es del todo incierto. En cambio, cuando el
tiempo está cargado de sentido, y en cada instante percibimos algo específico y
positivo, entonces la alegría de la espera hace más valioso el presente. Queridos
hermanos y hermanas, vivamos intensamente el presente, donde ya nos alcanzan
los dones del Señor, vivámoslo proyectados hacia el futuro, un futuro lleno de
esperanza» (Benedicto XVI, 28 de noviembre de 2009).
Reflexión apostólica
«Que tengan sobre su mesa de trabajo en el hogar, o en un lugar visible de su
habitación, las imágenes de Cristo crucificado, de la Santísima Virgen y del Papa,
para que su presencia les estimule en su fidelidad a Cristo y a la Iglesia, en su
amor a la Santísima Virgen y en su lucha por el Reino. El hogar de un miembro del
Movimiento debe albergar un recuerdo de sus grandes amores» (Manual del
miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 288).
Propósito
Medir y comparar el tiempo que dedico al ocio y a la diversión con el tiempo que
dedico a Dios.
Diálogo con Cristo
Señor, permite que toda mi vida sea una oración constante y sepa dedicar siempre
el mejor tiempo a mis compromisos espirituales; te amo pero quiero ser más de Ti
y agradarte siempre. Tú sabes cuán débil soy y qué pronto te fallo, por eso renuevo
en esta oración mi propósito firme de dedicarme a amarte y servirte extendiendo tu
Reino, con la ayuda de tu gracia.
«Si no hay paz en los corazones, si no hay paz en las almas, no habrá paz entre los
hombres y entre los pueblos, como por desgracia constatamos en nuestro mundo
contemporáneo. Pero la paz es el Reino de Cristo, es el reinado de Cristo en cada
uno de los corazones de los hombres»
( Cristo al centro, n. 1674).