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XVI Semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Lunes
Mt 12, 38-42
La reina el sur se levantará el día del juicio contra esta generación . Jesús tiene
conciencia de que, en su doctrina, se manifiesta a los hombres la Sabiduría eterna.
Por esto reprende a los que la rechazan, no dudando en evocar a la „reina del Sur‟
(reina de Sabá), que vino... “para oír la sabiduría de Salomón", y afirmando
inmediatamente: “Y aquí hay algo más que Salomón” (Mt 12, 42).
Sabe también, y lo proclama abiertamente, que las palabras que proceden de
esa Sabiduría divina “no pasarán”: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras
no pasarán” (Mc 13, 31). En efecto, éstas contienen la fuerza de la verdad, que es
indestructible y eterna.
Se toca aquí el problema de la libertad del hombre, que puede aceptar o
rechazar la verdad eterna contenida en la doctrina de Cristo, válida ciertamente
para dar a los hombres de todos los tiempos -y, por tanto, también a los hombres
de nuestro tiempo- una respuesta adecuada a su vocación, que es una vocación con
apertura eterna.
El Concilio afirma, en primer lugar, que “todos los hombres están obligados a
buscar la verdad, sobre todo en lo referente a Dios y a su Iglesia”; pero dice
también que “la verdad no se impone de otra manera que por la fuerza de la misma
verdad, que penetra suave y a la vez fuertemente en las almas” (Dignitatis
humanae, 1).
El Concilio recuerda, además, el deber que tienen los hombres de “adherirse a
la verdad conocida y ordenar toda su vida según las exigencias de la verdad”. En
efecto, Cristo, que es Maestro y Señor nuestro, manso y humilde de corazón, atrajo
e invitó pacientemente a los discípulos.
Podemos, pues, concluir que quien busca sinceramente la verdad encontrará
bastante fácilmente en la enseñanza de Cristo crucificado la solución, incluso, del
problema de la libertad.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)