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XVII Semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Sábado
Mt 14, 1-12
Herodes mandó degollar a Juan. Los discípulos de Juan fueron a avisarle a
Jesús . Encarcelado por Herodes Antipas por haberse atrevido a reprimir y censurar
su conducta y vida escandalosa, le llega la noticia de que Jesús ha empezado su
ministerio público. Aconteció que con motivo de una fiesta en celebración del
nacimiento de Herodes, cuando el vino y los manjares y las danzas exaltaban a
todos, Salomé, hija de Herodías, esposa ilegítima del rey, bailó ante Herodes.
Entusiasmado éste, prometió darle cuanto pidiera, aunque fuese la mitad de su
reino. Instigada por su madre, pidió Salomé la cabeza del Bautista. Herodes, no
osando faltar a su palabra empeñada ante todos, ordenó fuese traída la cabeza de
Juan, la cual en una bandeja fue presentada, efectivamente, a Herodías por su hija.
Sus discípulos recogieron el cuerpo del Bautista y le dieron sepultura...
La vida de san Juan, entregada totalmente a Dios, se coronó con el martirio.
Ojalá que su testimonio ilumine a todos los que veneran aquí su memoria, para que
tanto ellos como nosotros comprendamos que la gran tarea de la vida consiste en
buscar la verdad y la justicia de Dios. Precediendo a Jesús “con el espíritu y el
poder de Elías" (Lc 1,17), Juan Bautista da testimonio de Jesús mediante su
predicación, su bautismo de conversión y finalmente con su martirio.
Como a herodes, también a nosotros hoy san Juan nos invita a la conversión:
“Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos”. San Beda dice que
“…todo el que predica la recta fe y las buenas obras, ¿qué otra cosa prepara sino el
camino del Señor, que va a los corazones de sus oyentes, para penetrarlos
verdaderamente con la fuerza de su gracia e ilustrarlos con la luz de la verdad?
Hace rectos los senderos, formando por la palabra de la predicación pensamientos
puros en el alma”.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)