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XVIII Semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Jueves
Mt 16, 13-23
Tú eres Pedro y Yo te daré las llaves del Reino de los cielos . En texto
evangélico que acabamos de proclamar, encontramos el episodio, que tuvo lugar en
las cercanías de Cesarea de Filipo. El evangelista san Mateo refiere otra metáfora a
la que recurre Jesús para explicar a Simón Pedro y a los demás Apóstoles, lo que
quiere hacer de él: “A ti te daré las llaves del reino de los cielos” (Mt 16, 19).
Aquí notamos que, según la tradición bíblica, es el Mesías quien posee las
llaves del reino. En efecto, el Apocalipsis, recogiendo expresiones del profeta Isaías,
presenta a Cristo como “el Santo, el Veraz, el que tiene la llave de David: si él abre,
nadie puede cerrar; si él cierra, nadie puede abrir” (Ap 3, 7). Estas llaves Jesús las
entrega a Pedro, quien, por consiguiente, recibe el poder sobre el reino, poder que
ejercerá en nombre de Cristo, como su mayordomo y jefe de la Iglesia, casa que
recoge a los creyentes en Cristo, los hijos de Dios.
Son tres las metáforas que utiliza Jesús para enseñarnos la misión que confía
a Pedro:
1) Pedro será el cimiento de roca sobre el que se apoyará el edificio de la
Iglesia;
2) tendrá las llaves del reino de los cielos para abrir y cerrar a quien le
parezca oportuno;
3) por último, podrá atar o desatar, es decir, podrá decidir o prohibir lo
que considere necesario para la vida de la Iglesia, que es y sigue siendo
de Cristo.
Así, pues, el poder de las llaves designa la autoridad para gobernar la casa de
Dios, que es la Iglesia. Jesús, “el Buen Pastor” (Jn 10, 11) confirmó este encargo
después de su resurrección: “Apacienta mis ovejas” (Jn 21, 15-17). El poder de
“atar y desatar” significa la autoridad para absolver los pecados, pronunciar
sentencias doctrinales y tomar decisiones disciplinares en la Iglesia. Jesús confió
esta autoridad a la Iglesia por el ministerio de los apóstoles (cf. Mt 18, 18) y
particularmente por el de Pedro, el único a quien él confió explícitamente las llaves
del Reino.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)