“no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios”.
Lc 19, 41-44:
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. SI HUBIERAS COMPRENDIDO EN ESTE DÍA EL MENSAJE DE PAZ
Al bajar el monte de los Olivos, ya acercándose a Jerusalén, y contemplarla, y enfrente el
templo herodiano, Jesús se puso a llorar a causa de la ciudad. Probablemente le
acompañaban sus discípulos y gentes galileas y algunos judíos. Nos sorprendemos ver a
Jesús llorando, esto constituye un signo no sólo de su auténtica humanidad, sino también
de su plena participación en el drama de una humanidad a la que le cuesta trabajo entrar en
el proyecto salvífico de Dios, al que incluso se resiste en ocasiones. Jesús nos salva no
sólo con su omnipotencia divina, sino también con su debilidad humana.
2. SI TÚ (SI JERUSALÉN) TAMBIÉN HUBIERAS COMPRENDIDO EN ESTE DÍA EL
MENSAJE DE PAZ
Jesús veía lo que le aguardaba a él y a la ciudad: “Si tú (Si Jerusalén) también hubieras
comprendido en este día el mensaje de paz”, esto es, si hubiese conocido en este día,
como extrema tabla de salvación, ¡toda la misión de paz mesiánica que Jesús le traía!. Pero
eran muchas las pasiones que estaban en juego contra de él.
Ciertamente la paz, es el don mesiánico por excelencia, y Jesús ha venido a proclamarla
para todos y a ofrecerla a cada uno. Es por tanto necesario abrirse a ella y acogerla como
don para poder seguir la huella detrás de Jesús hasta el final de su trayecto.
3. ES LA CATÁSTROFE DE JERUSALÉN DEL AÑO 70.
Jesús profetiza: Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con
empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus hijos, que
están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra
Es la historia de un pueblo que esperaba al Mesías para su gloria y su paz, cuando éste
llegó, lo van a crucificar. Es lo que el Señor ve y por lo que derrama sus lágrimas. Pero con
ellas, como garantía de su verdad, da la profecía de su castigo. Es la catástrofe de
Jerusalén del año 70. La descripción de esta catástrofe por el historiador judío Flavio Josefo
y la arqueología han probado la verdad del mensaje profético del Señor
4. EL TIEMPO PROVIDENCIAL EN EL QUE DIOS VISITA A SU PUEBLO
Dice el Seor: “Todo ello por porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste
visitada por Dios”. “La visita de Dios” es una frase frecuente en el Antiguo Testamento para
indicar castigos o premios. El tiempo de su visita, es todo el período mesiánico de
Jesucristo, tiempo de enseñanza y milagros, en Galilea y Judea, en sus consecuencias en
Jerusalén, y, más en concreto, en sus visitas de enseñanzas y milagros mesiánicos en
Jerusalén.
El tiempo del que habla Jesús es el kairós, es decir, es el momento preciso o oportuno,
también llamado el tiempo providencial en el que Dios visita a su pueblo para liberarlo y
para introducirlo en su Reino. Con estos dos elementos aclara Jesús la finalidad de su
martirio, ahora próximo.
5. EL SOLLOZO DE JESÚS CONTIENE UNA REFLEXIÓN Y PRESENTA UNA
MOTIVACIÓN
El sollozo de Jesús contiene una reflexin contenida en las palabras: “Pero ahora está
oculto a tus ojos”, (por Dios), que, con unos términos intensos y fuertes, atribuyen
directamente a Dios, es decir estamos frente a una actitud pasiva del conocimiento de Dios,
y esta realidad depende de la libre decisión de los hombres.
También este lamento presenta una motivacin y la expresan las palabras “Si tú también
hubieras comprendido en este día”, que corresponden a una afirmación: ni has
comprendido ni quieres comprender. Sin embargo lo que más importa es destacar dos
elementos positivos que caracterizan el lamento de Jesús: la paz y el tiempo de la visita.
El Señor les Bendiga