1
XXIV Semana del Tiempo Ordinario (Año Par)
Jueves
Lc 7, 36-50
Sus pecados le han quedado perdonados, porque ha amado mucho . Cuando
Cristo se cruza en la vida de una persona, sacude su conciencia y lee en su
corazón, como sucede con la pecadora arrepentida, a la que se le perdonan los
pecados “porque ha amado mucho” (Lc 7, 47). El encuentro con Jesús es como una
regeneración: da origen a la nueva criatura, capaz de un verdadero culto, que
consiste en adorar al Padre “en espíritu y en verdad” (Jn 4, 23-24).
No fue sólo para la pecadora, también Dios espera de nosotros una
correspondencia a su amor infinito, que es actual e individual; Dios tiene por todas
las almas, un amor personal por cada uno. Se lee en los libros de piedad, se
predica desde el púlpito que Dios ha amado mucho a los hombres; pero pensemos
que es ahora, actualmente, en esta misma hora, cuando Dios nos ama verdadera e
infinitamente...”; por esto, también de nosotros él quiere decir: Sus pecados le han
quedado perdonados, porque ha amado mucho.
No olvidemos que en nuestras dificultades, en los momentos de prueba y
desaliento, cuando parece que toda dedicación está como vacía de interés y de
valor, ¡tengamos presente que Dios conoce nuestros afanes! ¡Dios nos ama uno por
uno, está cercano a nosotros, nos comprende! Y quiere perdonarnos Confiemos en
El, y en esta certeza encontremos el coraje y la alegría para cumplir con amor y con
gozo nuestro deber de cada día.
Llevemos, pues en nuestro corazón la alegría de saber que ¡Dios nos ha
amado mucho! Que su amor sea nuestra fuerza hoy y siempre.
Padre Félix Castro Morales
Fuente: http://parroquiadelasoledad.org/ (Con permiso a homiletica.org)