“pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir.”
Lc 21, 1-4
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. LEVANTANDO LOS OJOS, JESÚS VIO A UNOS RICOS QUE PONÍAN
SUS OFRENDAS EN EL TESORO DEL TEMPLO
Levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que ponían sus ofrendas en el tesoro del
Templo, vio a gentes ricas que traían, probablemente y ostentosamente, criados con sus
ofrendas para ofrecerlas al templo a través de aquellos recipientes. El Evangelio nos relata
que Jesús levanta la vista, con esto nos sugiere que estaba sentado frente a las alcancías.
Pero, en tremendo contraste con ellos, seguramente fariseos, Cristo vio que una pobre
viuda echaba allí dos monedas, todo lo que echó era una insignificancia. Pero Cristo, que
era el juez de la verdad, enseñó cómo esta viuda dio más que todos los otros. Porque los
ricos echaron de lo que les sobraba, mientras que esta pobre viuda echó de su indigencia
todo lo que tenía para el sustento. Lo que pesa en la ofrenda a Dios es el corazón, no la
simple materialidad de una ofrenda. Como era la ostentación de las ofrendas farisaicas.
2. LES ASEGURO QUE ESTA POBRE VIUDA HA DADO MÁS QUE NADIE
Cuando el Señor vio a esta mujer viuda de condición muy humilde, que ponía dos pequeñas
monedas dijo: Les aseguro que esta pobre viuda ha dado más que nadie. Porque todos los
demás dieron como ofrenda algo de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo
lo que tenía para vivir.
El lugar donde depositaban las ofrendas en dinero, era unas arcas que tenían encima un
agujero, colocada junto al altar, a la derecha de los que entraban en la casa del Señor. Los
sacerdotes guardaban las ofrendas y todo el dinero que se daba para el templo del Señor.
Estas ofrendas se daban primero en las manos de los sacerdotes, y luego este las echaba
al arca, así podían ver cuanto era el aporte.
3. JESÚS SIEMPRE OBSERVA TODO LO QUE OCURRE EN LA CASA DEL
SEÑOR
Jesús siempre observa todo lo que ocurre en la casa del Señor, cuando no le pareció
correcto que se traficara en el templo, expulsó a los mercaderes a fuera. Pero ahora se fija
en los que ofrecen sus dones. Jesús, cuando ve alguien que comete una falta, lo aclara y lo
condena, pero cuando ve algo bueno, lo alaba.
Así es como observa a una viuda que ofrece dos monedas. Seguramente esta mujer había
adquirido con el esfuerzo de su trabajo este dinero para proporcionarse su alimento. Pero lo
que ella ofrece es todo lo que tiene. Esta viuda ofrece al Señor, los frutos de su pobreza.
Ella da a Dios, lo que recibe cada día.
4. EL SEÑOR SE COMPLACE CON TODAS LAS OFRENDAS QUE TIENEN
UN HERMOSO PROPÓSITO.
Pero el Señor acepta mucho más el corazón que las ofrendas. Jesús, nos hace ver que
importa más el valor del sacrificio que el valor de lo que se ofrece. Por eso Jesús nos dice;
“Porque todos los demás dieron como ofrenda algo de lo que les sobraba, pero ella, de su
indigencia, dio todo lo que tenía para vivir”.
Jesús no se ha fijado en la cantidad que se ofrece, él se ha fijado en el afecto, en el cariño,
en la bondad con que se ofrece. A Jesús no le llama la atención que alguien de mucho de lo
que tiene, a él le llama la atención lo que hacen las personas como la viuda, que dan todo lo
que tienen y no lo que le sobra.
5. OFREZCAMOS LAS COSAS CON EL CORAZÓN
Si damos limosna haciendo ostentación y queremos llamar la atención, y buscar con esta
actitud reconocimiento o alabanza, eso es un defecto. Pero si damos una limosna con
verdadero espíritu de caridad y compasión, es una virtud. Sin embargo lo que más merito
tiene, es el amor con que se ofrece, no la cantidad. Por lo que a Dios le vale más todo lo
que vine de los sentimientos, no lo material.
Ofrezcamos las cosas con el corazón, demos a los que necesitan con amor, seamos
generosos como Jesús quiere que seamos, con verdadero espíritu de caridad, por amor a
Dios y nuestros hermanos.
6. TODO LO QUE SOMOS Y TODO LO QUE TENEMOS VIENE DE DIOS
Observemos como Jesús nos hace ver que pese a las dificultades, la pobre viuda le ofrece
a Dios todo lo que tiene, esto porque siempre tendremos algo que ofrecerle al Señor. Todo
lo que somos y todo lo que tenemos viene de Dios, y son sólo medios que Dios puso en
nuestras manos y espera de nosotros que sepamos compartirlo.
Así es, como estamos invitados a ser generosos y a vivir sin apego a lo material, es decir, a
ser desprendido de las cosas materiales, a compartir y ser solidario, como a valorar las
cosas pequeñas, pero ofrecidas de corazón y con amor.
El Señor les Bendiga